Agricultura y Riego
La selección de los emisores de un Pivot debe de ser cuidadosa y tener en cuenta las condiciones de la zona. Según sean suelos de infiltración alta-media (arenosos), suelos más pesados o de infiltración media-baja (arcillosos), zonas con mucho viento o menos ventosas. Los cambios en la presión del agua afectan a la uniformidad de aplicación.
El riego requiere de sistemas de filtración para alargar la vida útil de los grupos de bombeo y para evitar el taponamiento de las boquillas de los emisores. O incluso la posible erosión que incrementaría los diámetros de dichas boquillas, distorsionando las tasas de aplicación de agua.
Una hectárea de lavanda con 10.000 plantas supone una inversión inicial de entre 1.800 y 2.000 euros. La producción media normal de lavanda por hectárea, en su estado de madurez, es de 25 a 30 litros de aceite esencial. A un precio de 60-70 € supone un rendimiento de 1.950 € por hectárea y año.
Tras la Segunda Guerra Mundial, la llegada de las tecnologías agrícolas avanzadas, como los motores de petróleo para extraer agua subterránea y el riego mediante Pivot central, transformó la estructura socioeconómica de las comunidades agrícolas. Alejándose gradualmente de las causas progresistas hacia posiciones más conservadoras.
Cuando faltan lluvias, el riego marca la diferencia entre una mala cosecha y una buena. En la producción de maíz, en explotaciones con suelos secos y arenosos, la inversión en un sistema Pivot se rentabiliza varias veces. La ventaja de los suelos arenosos es que auto regulan el agua de riego.