Bombas dosificadoras

El uso de las bombas dosificadoras de abono a través de un sistema de riego aspersión por pivot central, permite aplicar fertilizantes y productos químicos de forma precisa, oportuna y rentable.

Tras muchos años de experiencia y de errores, los agricultores han aprendido que la viabilidad y optimización de sus cultivos depende de una serie de operaciones que a su vez requieren de una cronología que debe ser muy precisa. En primavera comienza el proceso, observando las condiciones climáticas y empleando los datos meteorológicos del año anterior para determinar el mejor momento para sembrar, teniendo en cuenta las características de cada tipo de cultivo. El ciclo de desarrollo de la planta terminará a finales de verano o en otoño, según el momento óptimo para la cosecha, que lo decide el agricultor.

No obstante, entre la plantación y la cosecha será necesario tomar más decisiones, por ejemplo, hay que determinar el mejor momento para aportar los fertilizantes (abonos, nutrientes) y productos químicos (insecticidas, fungicidas, herbicidas) al cultivo. También será necesario conocer la cantidad exacta de producto que se debe aplicar en cada momento. Dado el aumento continuo de los precios de los fertilizantes y de los químicos empleados en la fabricación de insecticidas, fungicidas y herbicidas, la selección del momento óptimo para su aplicación y las cantidades precisas a aplicar, pueden definir la diferencia entre una cosecha excepcional y una mala cosecha.

Es importante, por tanto, determinar el mejor momento para sembrar, para regar, para aplicar los fertilizantes, para cosechar. Pero toda esta planificación puede alterarse por la propia naturaleza; una granizada en un mal momento, una invasión de insectos (saltamontes, pulgones o barrenadores del maíz) o un brote de hongos, puede echar a perder lo que hubiera sido un cultivo rentable. En momentos como estos, una gestión óptima del tiempo del agricultor puede ser un factor crucial.

Los agricultores tienen que optimizar su producción teniendo en cuenta sus éxitos y fracasos históricos. Es el desafío más grande que tienen que afrontar cada año, intentar pronosticar lo que no se puede predecir.

Directrices para la aplicación de fertilizantes

Los fertilizantes se aplican generalmente al cultivo en el momento de sembrar, y en varios intervalos durante la etapa de crecimiento, en cantidades precisas y en el momento oportuno.

Se aplican diferentes productos químicos durante la etapa de crecimiento:

• Herbicidas. Generalmente de tipo post-emergente, (se aplican después de la emergencia del cultivo). Aunque algunos se pueden aplicar al suelo antes de la germinación del cultivo.
• Fungicidas. Normalmente se aplican tras la emergencia, aunque se pueden aplicar algunas fórmulas antes de la emergencia.
• Insecticidas. Se aplican cuando aparecen indicios de una infestación inminente de insectos.

El reto para el agricultor es aplicar estos fertilizantes en cantidades precisas y en el momento óptimo,  de manera eficiente, ecológica y económica.

Tecnologías para la aplicación de fertilizantes

En Estados Unidos y Norte América, la tecnología más común son las bombas dosificadoras para aplicar químicos a través de los sistemas de riego.
En América Latina, se usan los tubos de Venturi para inyectar los fertilizantes al sistema de riego.
En el Medio Oriente y África del Norte, se usan también bombas dosificadoras, pero contando con mano de obra barata, muchas veces los químicos se aplican a través de sistemas básicos como fumigadoras de mochila.

En cuanto a la eficiencia, el tubo Venturi es menos preciso que las bombas inyectoras, reduciendo la rentabilidad en caso de aplicar más producto del que se necesita (dosis alta) o afectando al cultivo si se aplican dosis bajas, porque el cultivo no alcanza su potencial. Además, el uso de mano de obra no especializada puede derivar en una aplicación de fertilizantes indebida.

Otro método de aplicación de productos químicos empleado en todo el mundo, es el uso de aviones para la aplicación aérea del fertilizante. Las desventajas de este sistema son: el elevado coste (12$-22$ por hectárea en EEUU), la afección del viento y los posibles aportes excesivos o involuntarios.