Cultivo de espárrago bajo Pivot

Espárrago blanco y verde

El espárrago es una planta que crece todos los años a partir del rizoma que recibe el nombre de “garra”, de la que en primavera surgen los tallos carnosos o “turiones”, que es la parte comestible.

Duran varios años en el terreno, con una fase productiva que va desde el tercero al décimo año, siendo los suelos arenosos donde se obtiene una mayor precocidad y calidad de turiones de espárrago blanco. Los turiones blanqueados o espárragos blancos, se consiguen evitando que les dé la luz, cubriéndolos con la tierra hasta el momento en que se cortan. Una vez el espárrago emerge, se carga de clorofila y se convierte en un espárrago verde. Es una planta que tiene pies machos y pies hembras, siendo los masculinos más productivos y precoces, aunque los femeninos son de más calidad y calibre. El espárrago verde es menos exigente en suelo, se planta prácticamente con el doble de densidad y a una menor profundidad. Como no se requiere el desarrollo del turión debajo del terreno, se evita el caballón. Su recolección es más económica pues puede recogerse cada 3 ó 4 días en lugar de cada día, como ocurre con el blanco, y se ve mejor dónde está.

Para que el cultivo del espárrago sea rentable, es imprescindible mecanizar al máximo las operaciones.

Preparación para la plantación del espárrago

Las labores de preparación del terreno suelen darse con tractores de mucha potencia y aperos de alto rendimiento, iniciándose con una labor de subsolado, de al menos 80 cm de profundidad, dada en verano, con el suelo seco. A veces se da después una labor cruzada con un chisel. Posteriormente suele distribuirse el estiércol y el abonado de fondo; las cantidades de estiércol que se utilizan son muy variables, dependiendo de las posibilidades de cada explotación. Para el abonado fosfo-potásico de fondo, se utilizan generalmente abonos granulados, bien simples o complejos, distribuidos con abonadoras centrífugas o pendulares. Cuando se aplica cal o abono en polvo suelen utilizarse abonadoras de fondo móvil. Después de las primeras lluvias de otoño, se da una labor de vertedera profunda que entierra las enmiendas y fertilizantes aplicados. Tras esta labor se dan los pases necesarios de grada o de aperos rotativos para dejar el suelo bien desterronado y limpio de malas hierbas. Por último, y poco antes del momento de hacer la plantación, se da un pase de rulo que nivele el suelo y facilite la operación de apertura de las zanjas.

En el abonado de pre-plantación se suele aplicar alrededor de 100 UF/ha de P205 y 250 UF/ha de K2O, para ser enterradas con la labor de vertedera. El abonado de cobertura del primer año suele ser de 80 a 100 UF/ha de N fraccionadas en 2 ó 3 veces entre primeros de junio y finales de agosto. El abonado de fondo correspondiente al segundo año se aplica en invierno y suele consistir en 45-50 UF de N, 80-100 UF de P205 y 120-150 UF de K2O; en cobertera se aplican 60-80 UF de N en dos aplicaciones, a partir del final de la recolección. En los años sucesivos se mantienen las aportaciones de N y P205 en fondo como en el segundo año y las de K2O se incrementan hasta 200-250 UF/ha. En cobertera se aplican entre 100 y 150 UF/ha de N, repartidas en dos o tres veces. Las aplicaciones medias de estiércol suelen ser de 40 a 50 Tm/ha en años alternos. Se suelen encalar también en años alternos, los años que no se estercola, las cantidades que se aplican, dependen del compuesto que se utilice y del pH que tenga el suelo. Lo más frecuente es utilizar entre 500 y 1.000 Kg/ha de dolomita.

Plantación del espárrago

La plantación se realiza entre mediados de febrero y mediados de marzo. El marco de plantación se ha ido ampliando para facilitar la posterior mecanización del cultivo, si bien la distancia entre líneas normalmente es de 2,20 a 2,30 m, actualmente la tendencia es ampliar esta distancia hasta 2,50 metros. La distancia entre plantas dentro de la línea se ajusta para obtener una densidad de alrededor de 11.000 plantas/ha. La apertura de las zanjas de plantación es una operación que se realiza con gran precisión por la repercusión que el trazado de las líneas tiene sobre la mecanización de las operaciones posteriores, y mediante una doble aporcadora, enganchada en el centro de la vía del tractor, que sea capaz de hacer zanjas de alrededor de 40 cm de profundidad; el apero va provisto de un marcador que indica el sitio por donde debe volver la rueda del tractor. En el fondo de la zanja se distribuyen a mano las “garras”, previamente desinfectadas con un fungicida de síntesis, con las raíces orientadas en el sentido de la línea; el enterrado de las garras se hace pasando un apero que derribe parte de la tierra que salió de la zanja, utilizando a veces un cultivador, aunque lo más frecuente es usar una multifresa. En posteriores pases dados con estos aperos a lo largo del cultivo, va cayendo algo más de tierra hasta casi tapar la zanja.

Las labores para eliminar las malas hierbas y mullir el suelo son muy frecuentes; su número a lo largo del período de vegetación, varía con el estado de la plantación, pudiéndose llegar a dar hasta 8 ó 10 pases por año. Durante el período de recolección se dan con tractores suficientemente altos como para permitir su paso sobre el caballón, en este caso el apero arrastrado trabaja las dos medias calles contiguas al caballón. Cuando las plantas están vegetando, el tractor pasa entre las líneas de plantas, trabajando una única calle. Para estas operaciones suelen utilizarse, bien cultivadores tipo conskilder, o bien gradas o fresadoras. La construcción del caballón de blanqueo se hace directamente, sobre terreno llano, o bien después de haber realizado un aporcado previo de las líneas de cultivo. Tanto en uno como en otro caso, se usan aperos de tejas o bien aperos de disco; ambos van seguidos de un conformador que deja perfectamente lisos los caballones. Si a lo largo de la recolección se rehacen los caballones, la operación se realiza con el apero de disco. Cuando termina la recolección, el descaballonado se efectúa con el apero de disco utilizado para hacer los caballones, pero cambiándole el ángulo que forman los ejes en que van montados los discos con las líneas, y quitándole el conformador.

Riego Pivot para el cultivo del espárrago

El sistema de riego Pivot es el más generalizado, por su buena adaptación al cultivo del espárrago y por ser el de mejor relación, coste de instalación y mano de obra de funcionamiento. Según las dimensiones de la parcela, se utilizan sistemas que cubren entre 40 y 80 ha. Los bordes de la parcela no regados por el Pivot se riegan por medio de un sistema de cobertura total, bien enterrada o superficial. Se suelen dar algunos riegos cortos durante el periodo de recolección, buscando más el mantenimiento de los caballones de blanqueo, que cubrir las necesidades en agua de las plantas. Cuando al final de Junio termina la recolección y se rompen los caballones se inician los riegos. Durante julio y agosto se suele dar un riego semanal de entre 400 y 600 m³/ha; a partir de finales de agosto se va reduciendo el caudal de los riegos hasta que las lluvias de otoño los hacen innecesarios. Los volúmenes medios de agua aplicados a lo largo de toda la campaña son de alrededor de 6.000 m³/ha

La recolección se realiza de marzo a junio, no es susceptible de mecanización, pero cuando se trata de grandes explotaciones es imprescindible organizarla y racionarla al máximo. La recolección se organiza de modo que se asigna a cada recolector una superficie de 5.000 a 6.000 m (según el estado de la plantación) sobre la que se trabaja toda la campaña. Los turiones se recolectan descalzando el caballón con azada y cortándolos con cuchillos con dientes de sierra.