Guisantes, proteínas vegetales para piensos
Para los ganaderos, la calidad del pienso es una de sus principales preocupaciones. Por este motivo, insisten en aunar esfuerzos para fomentar el cultivo de otras proteínas vegetales alternativas a la soja y poder condimentar una buena alimentación de los animales en las explotaciones. Las otras fuentes vegetales posibles proceden de guisante, patata, trigo y arroz. El objetivo es incrementar la producción de guisante, ya que es una fuente de proteína vegetal y es un cultivo más rentable, productivo y beneficioso que la soja.
Europa presenta un déficit importante en la producción de proteína vegetal, lo que conduce a la importación de este tipo de proteína a través de la adquisición de soja. Esta baja producción se debe principalmente a la escasa rentabilidad de este cultivo, que no se adapta bien a nuestras condiciones de suelo y clima. En determinados ámbitos de la ganadería, se fomentan especialmente otras fuentes de proteína vegetal, a través de la implantación de otros cultivos, como sería el caso del guisante, con una proyección alcista en Aragón.
Medidas de fomento de las proteínas vegetales
La Unión Europea, ha mantenido en los últimos años ayudas específicas a la producción de proteaginosas, contemplando el pago de ayudas para la siembra de guisante, haboncillo o altramuces. La exigencia para el cobro de esta ayuda, es que el cultivo sea cosechado tras superar la fase de maduración lechosa del grano.
A nivel nacional, se fomenta la rotación de cultivos en tierras de secano con el objetivo fundamental de incentivar la rotación en explotaciones cerealistas de los suelos más áridos y con rendimientos bajos. El objetivo es el de la mejora del suelo, por las propiedades agronómicas de fijación de nitrógeno, o de lucha contra plagas y enfermedades que alcanzan más desarrollo en el caso de practicarse el monocultivo de cereal, año tras año. Esta implantación, ha supuesto que parte de las siembras de cultivo de rotación, puedan tener como destino, la producción de pienso.
Hace unos años se desarrolló un programa piloto de producción integrada de guisante en Teruel, atendiendo a sus especiales condiciones de clima, suelo, y de un modo especial, por la presencia en torno a la Denominación de Origen Jamón de Teruel. El programa permitía evaluar la viabilidad del uso del guisante desde la fase de producción del propio cultivo, su utilización en la producción de pienso y sus efectos en la calidad del producto cárnico en el que finalmente se transforma. Se obtuvieron muy buenos resultados.