La vid, el elixir antiedad
Tomar un poco de vino en las comidas, sobre todo si es vino tinto, es bueno para la salud. A lo largo de los años, una cantidad importante de investigadores se ha planteado el motivo de los beneficios del vino para la salud. Por ello, nos preguntamos, ¿por qué viven tanto las viñas?
La explicación está en la riqueza de resveratrol que tienen las propias cepas. El resveratrol es una sustancia presente en el vino y las vides, a la que se le atribuye la capacidad de combatir, e incluso revertir, muchos de los procesos del envejecimiento.
Vercauteren, profesor de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Montpellier (Francia), gran conocedor de estas propiedades, convenció a los propietarios de una de las más prestigiosas bodegas de Burdeos, de que lo mejor de la viña está en lo que se tira: las pepitas y los sarmientos, y les animó a fundar una empresa cosmética que partiría de esta materia prima. El resveratrol que procede principalmente de los sarmientos de la viña es el más activo utilizado en cosmética, si bien antes de ser utilizado eficazmente, es necesario estabilizarlo y asegurar su biodisponibilidad (la dosis que el organismo puede asimilar).
El resveratrol combate las arrugas de la piel pudiendo borrar hasta el 40% aplicado en forma de cremas, donde se pueden incorporar concentraciones más altas, y tomado como suplementos, en lugar de tener que ingerir grandes cantidades de vino, protege los huesos, el cerebro, el corazón…
El profesor Sinclair de la Universidad de Harvard, primer investigador que relacionó este componente del vino tinto con la longevidad, asegura que además de aumentar la esperanza de vida, puesto que es capaz de prolongar la vida de las células hasta en un 70%, al activar las sirtuinas (los genes de la longevidad), el resveratrol ayuda a prevenir enfermedades crónicas neurodegenerativas asociadas al envejecimiento como, alzheimer, artritis, cataratas, enfermedades cardiovasculares, osteoporosis, etc.
La industria farmacéutica no tardó en ver el potencial de estas investigaciones y están desarrollando sustancias (fuente de juventud en cápsulas), capaces de retrasar el envejecimiento en humanos y prevenir enfermedades asociadas a la edad. Las últimas investigaciones que dan a conocer mejor el lugar exacto del gen en el que funciona el resveratrol y cómo lo hace, conducirán a nuevas moléculas y fármacos que pueden prolongar la vida.
El estrés ambiental estimula el potencial protector de los seres vivos. Las viñas que crecen sin riego, sin herbicidas y sin abonos, son las que más resveratrol desarrollan. Las plantas han desarrollado sustancias capaces de contrarrestar las amenazas, que esconden posibles estrategias frente al envejecimiento, y las industrias farmacéuticas y cosméticas pueden sacar partido de ese potencial protector.