Lino, yute, cáñamo y soja para hacer coches
Aquellos materiales que proceden de fuentes renovables como los productos agrícolas, son una alternativa a los derivados del petróleo, ya que pueden competir con las propiedades de los tradicionales, mejorando su rentabilidad y respeto por el medio ambiente.
El Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS), perteneciente a la red REDITA (Red Tecnológica de Automoción) participa en un proyecto de investigación que tiene entre sus objetivos desarrollar biomateriales a partir de resinas y fibras naturales, para el sector del automóvil. Estos innovadores materiales proporcionarán un mejor aislamiento acústico y térmico en aplicaciones de automoción como paneles laterales, techado del vehículo, maleteros, paneles para separar el motor de los compartimentos de los pasajeros, y se utilizarán también como elementos estructurales de las carrocerías de los vehículos.
En la investigación se están desarrollando paneles y otras piezas para vehículos a partir de plásticos reforzados con fibras naturales como el lino, el cáñamo o el yute. Estos materiales tienen ciertas ventajas frente a los tradicionales: proceden de fuentes renovables, son abundantes y económicos, tienen un peso ligero, son biodegradables, no tienen un efecto negativo sobre los sistemas de procesado y no producen irritaciones u otros efectos sobre la seguridad y la salud.
Además presentan buenas propiedades mecánicas y buenas propiedades de aislamiento acústico y térmico, el coste de producción es mucho menor y durante su producción se reducen las emisiones contaminantes.
Otro de los beneficios medioambientales del proyecto es el uso de resinas procedentes de aceites naturales como la soja. Las ventajas de estas resinas son una menor dependencia del petróleo, una reducción de las emisiones de dióxido de carbono (procedentes de la incineración de materiales plásticos basados en fuentes no renovables) y unas propiedades y aplicaciones similares a las resinas procedentes del petróleo.