Agroturismo: visitar cultivos y granjas
El estrés de la vida urbana diaria, la necesidad de escapar aunque sea por espacios cortos de tiempo, (fines de semana) a pequeños pueblos con un ambiente abierto más sano y sosegado, y el desconocimiento del campo, demandan un nuevo modelo de turismo diferente, agroturismo o agro escapadas campestres. Para familias con niños pequeños, estudiantes, jubilados, que pueden ser debidamente organizadas, como un complemento a la actividad agrícola o ganadera.
Acercar y dar a conocer a la sociedad la vida en el mundo rural y el trabajo diario de un agricultor o de un ganadero, mediante rutas por diferentes explotaciones de cultivos agrícolas, granjas y ganaderías, empresas de transformación de alimentos, elaboradoras de productos artesanos, incluso degustando la gastronomía local con menús en restaurantes de las zonas visitadas que contengan alimentos de calidad relacionados con la temática del recorrido, puede ser un complemento a la actividad agropecuaria y una publicidad efectiva para mostrar y comercializar los productos agrícolas y ganaderos.
El agroturismo permite promocionar el mundo rural acercando a niños y mayores “urbanitas”, hasta el interior de las granjas, los campos de cereales, las fincas sembradas de patatas, los campos de frutales o de olivos, darles a conocer los procesos productivos que hay detrás del jamón, del queso, del pan, de las patatas fritas o del aceite y ver cómo hay gente que vive del campo para abastecer de alimentos a la población, puede ser atractivo para el visitante y rentable para el agricultor.
Si la primavera es una auténtica fiesta para los sentidos, uno de los momentos cumbre es ver florecer los almendros o los cerezos y recoger sus deliciosos frutos, sentir el color, olor y sabor de las cerezas o de los melocotones, descubrir la gran variedad de frutas y verduras frescas en su mejor momento. Ver los extensos campos de trigo o cebada, cómo se realiza el laboreo en el campo y cómo se transforman estos productos por ejemplo en pasta. Pasear por los viñedos, por los campos de patatas o por las explotaciones ganaderas de carne o lecheras y seguidamente visitar una bodega, una fábrica de patatas fritas, una industria cárnica o una quesería. En suma, conocer el origen de las materias primas agrícolas, sentir y degustar los alimentos.
Los colegios demandan más programas de educación medioambiental y las granjas escuela también pueden ser un negocio interesante. Se pueden organizar programas educativos para colegios e incluso campamentos en los meses de verano.
Cámaras Agrarias como la de Teruel, han puesto en marcha programas de visitas guiadas en grupos para dar a conocer, ganaderías, tierras de cultivo y empresas de transformación de la provincia, como escaparate para promocionar todos sus productos agroalimentarios.
El turismo rural es un complemento muy interesante para rentabilizar las explotaciones agrícolas.