Válvula antidrenaje en terrenos con desnivel
El riego en terrenos con pendientes requiere un diseño más cuidadoso que en terrenos llanos. Antes de proyectar se debe estudiar el terreno en profundidad. Una pendiente de menos del 3% no requiere de una planificación especial, del 3% al 10% se necesita controlar la erosión del terreno y las diferencias de presión de las conducciones, y para más del 10% son recomendables técnicas de contención especificas sobre la erosión del suelo, presión del agua de riego, eliminación de aire en las tuberías, etc…
En el caso de los taludes, el inconveniente más importante es que sufren de forma especial la escorrentía superficial, la erosión del agua de riego o de lluvia que se desliza por su suelo.
Las distintas medidas que ayudan a reducir el efecto erosivo del agua y evitan que arrastre el suelo son:
- Seleccionar el sistema de riego más adecuado de gota fina y máximo alcance.
- Aplicar poca agua en cada riego aumentando la frecuencia de riegos.
- Retener la tierra y el agua construyendo pequeñas balsas.
- Practicar la agricultura de siembra directa, esparciendo los restos de cosecha para mullir el terreno y frenar la erosión.
- Mejorar el suelo si es muy pobre, agregando tierra fértil, arena gruesa y turba para ayudar a las plantas a retener el agua y que no se vaya por la pendiente.
Las vaguadas o zonas bajas de la finca, deben disponer de un buen drenaje, que impida la acumulación en estas zonas de sales y fertilizantes arrastrados por el agua.
Los desniveles generan inevitablemente bolsas de aire en las conducciones de los sistemas de riego, que requieren de la instalación de válvulas de ventosa en los puntos críticos para evitar roturas por golpe de ariete o depresión.
Cuando los desniveles del terreno superan el 20% de la presión nominal con la que trabaja la instalación de riego, se requiere la utilización de reguladores de presión, que garanticen una presión uniforme, independientemente de la cota de nivel en la que se encuentre el aspersor.
En los sistemas de riego por aspersión cuyas tuberías y aspersores se encuentran en diferentes cotas de nivel para adecuarse al terreno, el agua de las tuberías busca los puntos más bajos por donde drenar cuando el sistema no está operativo. Esto tiene como resultado charcos de agua alrededor de los aspersores situados más bajos, con la consiguiente pérdida de agua y ahogamiento de las plantas en esa zona. Este problema tiene solución instalando en cada caña de aspersor una válvula antidrenaje que cierra con presiones en línea inferiores a 1 Bar.
La válvula antidrenaje, impide las pérdidas de agua y evita el encharcamiento en los puntos más bajos, protegiendo el cultivo y ahorrando agua de riego.