Protección de cultivos contra las heladas
Mediante el riego por aspersión con sistemas de tipo mecanizado (Pivote central y lineal), o con sistemas fijos (cobertura superficial y enterrada) se pueden realizar otras tareas especiales, como aplicar fertilizantes, herbicidas, insecticidas, etc., inyectados en el agua. Para ello, los sistemas de riego deben estar bien diseñados y manejados, pues estas aplicaciones exigen concentraciones muy concretas y un reparto uniforme. También permite el reparto de aguas residuales, el retraso de la floración, el control de microclimas, incluso la protección antiheladas.
Protección de cultivos antiheladas
Para proteger los cultivos contra las heladas hay que mantener los tejidos de las plantas por encima de la temperatura crítica y aunque no existe un método perfecto, puede conseguirse ese objetivo. La mejor protección de cultivos contra las heladas es siempre la elección del emplazamiento adecuado para la plantación, de acuerdo con las variedades utilizadas. Los métodos de protección antiheladas suelen ser el riego por aspersión por si sólo o bien combinado con otros, como quemadores de gasoil o de propano y/o ventiladores.
Básicamente, hay dos procedimientos de riego por aspersión antihelada. Uno es tratar de proteger las hojas, flores o frutos de la congelación, manteniéndolos a 0ºC y el otro es retrasar la floración mediante el enfriamiento ambiental que produce el agua al evaporarse. Con este último procedimiento se alcanzan los mayores retrasos cuando se riega por aspersión (con pluviometrías de entre 2mm/h y 3mm/h y un coeficiente de uniformidad del 80%), justo después de completar el período de reposo y con temperaturas del aire superiores a 7ºC.
La protección contra la congelación puede hacerse regando bajo o regando sobre el cultivo.
Regar bajo
Al regar bajo se satura el aire y se ayuda a liberar calor desde el suelo al congelarse el agua.
Características de este método:
- Suele combinarse con la utilización de ventiladores.
- Hay menos riesgo de desgarros y enfermedades, al no estar el agua directamente en contacto con el cultivo.
- Requiere de aspersores pequeños de ángulo bajo con boquillas de 2 a 2,4 mm y pluviometrías de 2 a 3 mm/h que deben regar con una temperatura de 2ºC a 3ºC, o menor si el punto de rocío es bajo, para elevar al máximo la humedad relativa y evitar la congelación del tubo portaaspersor y el aspersor.
- El grado de protección depende mucho de la cantidad de agua aportada y de la superficie total que está expuesta al hielo.
- Este método sólo es útil en zonas áridas donde la superficie del suelo está seca y la humedad es baja.
Regar sobre el cultivo
El método que proporciona mayor nivel de protección a un coste razonable es regar sobre el cultivo. En este caso, el hielo que lo recubre lo mantiene a 0ºC, pero el cultivo debe ser capaz de soportar las cargas del hielo. Características especiales que debe reunir el riego por aspersión para este método:
- La velocidad de rotación de los aspersores debe ser al menos de 1 rev./min.
- Las gotas deben ser de tamaño medio o de tamaño pequeño ya que las grandes originan peor microcobertura al cultivo.
- La pluviometría media debe de ser de 3 a 5 mm/h y el coeficiente de uniformidad del 80% para que la macrocobertura sea suficientemente uniforme.
Normalmente, para reducir las inversiones, las instalaciones de riego suelen diseñarse por sectores en función de intervalos y duración de los riegos, pero cuando un mismo sistema se quiere utilizar para regar y para protección de cultivos contra las heladas, el sistema de aspersión debe tener la capacidad (caudal y presión) suficiente como para funcionar simultáneamente en la totalidad de la zona a proteger.