Las hojas de las plantas detectan las carencias
Las plantas requieren nutrientes, (como nitrógeno, fósforo, potasio, etc…) para no sufrir carencias de cualquier tipo, que les llevarían a perder las hojas e incluso a morir.
Lo ideal para las plantas es aportar los nutrientes de manera natural al suelo, (mediante compost o abonado a base de estiércol). Esta técnica mejora la estructura del suelo, tan castigado a veces por la labranza y la presión de la producción.
La estructura del suelo se comporta como si fuera una esponja que absorbe o deja pasar el agua.
Si la estructura del suelo es mala, se provocarán encharcamientos o se irá perdiendo la humedad con facilidad. Además, el compost y el estiércol arreglan la acidez o la alcalinidad del suelo.
Cuando la tierra es ácida y tiene un pH inferior a siete, es habitual que la planta tenga carencias de boro, magnesio, calcio, fósforo y molibdeno. En tierras alcalinas con pH mayor de siete, por lo general falta hierro, zinc, fósforo, magnesio, cobre y boro.
La pérdida de nutrientes en la tierra se produce de dos maneras:
- La planta va absorbiendo los nutrientes a través de las raíces.
- Los nutrientes se filtran al subsuelo con la lluvia y el riego.
Observando las hojas de las plantas podemos deducir si tienen carencias.
Cómo detectar carencias en las hojas de las plantas
Cuando las hojas se ponen amarillas y presentan zonas muertas, indican que la planta tiene carencia de fósforo, nutriente imprescindible para su floración.
Si las hojas más viejas se tornan de color verde pálido y esa decoloración empieza en la punta, hay un problema de falta de nitrógeno. El nitrógeno es esencial para sintetizar la clorofila.
El potasio es un mineral que ayuda a desarrollar las raíces de la planta y resulta esencial para la fotosíntesis, si se observa debilidad en las hojas e incluso la presencia de pequeños agujeros, la planta requiere potasio.
Cuando las hojas (incluyendo sus nervios) tienen un color muy pálido e incluso tienden a caer, hay una falta de magnesio. Si las hojas de la planta se ven amarillas, pero los nervios aún continúan verdes, es porque presenta falta de hierro.
Los suelos demasiado ácidos hay que mejorarlos con la aplicación de compost o estiércol, de lo contrario, las hojas de las plantas no crecerán bien, estarán rizadas y se verán de color pálido debido a la falta de calcio.