Tecnologías de riego

El riego de precisión se ha convertido en una herramienta esencial en agricultura. Contribuye a que ésta sea más sostenible, salvaguardando para las generaciones futuras un recurso vital, el agua. Permite controlar de forma minuciosa el suministro de agua, asegurando niveles de humedad en la planta óptimos, constantes. También facilita la distribución de los nutrientes directamente a las raíces, mejorando la salud y calidad de los cultivos. Además, el riego de precisión permite que los programas y métodos de riego se adapten a las necesidades específicas de cada cultivo, ayudando a los productores agrícolas a adaptarse a los desafíos que supone el cambio climático.

¿De qué tecnologías de riego estamos hablando? De hardware y software que permiten a los productores gestionar mejor el riego y la fertirrigación de sus campos, pudiendo tomar decisiones intuitivas puntuales basadas en datos precisos y confiables. Los dispositivos se instalan en el suelo y se conectan entre sí, recopilando datos: condiciones climáticas, humedad del suelo y humedad de las plantas, etc… Y los transmiten a una plataforma en la nube, accesible a través de ordenadores o teléfonos inteligentes. También permiten normalmente la activación, desactivación y ajuste del sistema de riego y de los diferentes elementos que lo componen (programadores, bombas, válvulas, filtros automáticos, medidores de caudal, etc.).

Se trata de diferentes tipos de software. Programas simples pero muy efectivos, diseñados para agilizar el análisis y la gestión de los volúmenes de agua de riego, la frecuencia y la tasa de aplicación, de una manera eficiente y automatizada. Todo esto se puede hacer de forma remota y en función de las condiciones climáticas, las precipitaciones y los pronósticos.

Tecnologías de riego para ayudar a los productores

Estas tecnologías de riego ayudan a los productores agrícolas y a sus explotaciones en varios niveles.

Ahorran tiempo y agilizan las operaciones, al permitir la monitorización del campo de forma remota y la activación o apagado simultáneo de múltiples sistemas de riego, sin necesidad de estar físicamente presente en todo momento. También proporcionan un control efectivo sobre el uso del agua, permitiendo el riego sólo en el momento que es necesario. Esto no sólo ahorra agua y energía, sino que también aumenta la productividad del campo. Además, suelen ofrecer un conjunto integral de informes que proporciona datos precisos y periódicos sobre el consumo de agua y energía, para cada cultivo y campo.