Cultivo de aguacate y fertilización
El riego por goteo es la opción más recomendable para el cultivo de aguacate, un cultivo con unas producciones que oscilan entre los 80 y 100 kilos de fruto por hectárea. El aguacate necesita un riego regular (2 o 3 veces por semana) que garantice la humedad en el terreno, pero sin saturarlo. Requiere unos 45 litros al día en primavera, 136-220 litros al día aproximadamente durante el verano y 120 litros al día en otoño. En cualquier caso, la programación del riego está condicionada por la retención hídrica del terreno. Un dato que puede monitorizarse mediante sensores de humedad, tratando de mantener la disposición del agua de riego cercana a la capacidad de campo y lejana del punto de marchitez permanente.
En este cultivo, es muy recomendable el uso de inyectores de fertilizantes. Es el método más eficiente para aplicar los nutrientes a través del agua de riego, garantizando que éstos se distribuyan de forma eficiente y equilibrada. Al incluir sistemas de inyección de fertilizantes en la producción del aguacate, el riego es capaz de cubrir las necesidades hídricas y nutricionales de los árboles.
El cultivo de aguacate es sensible a las condiciones adversas, como el viento o la sequía. Los dosificadores de fertirriego proporcionan con eficiencia los nutrientes adecuados incluso en esos momentos críticos. Algo especialmente importante durante la floración y el desarrollo del fruto, cuando el aguacate demanda altas dosis de nitrógeno, calcio, magnesio, potasio o boro.
El fertirriego también permite controlar la calidad del agua y reducir la salinidad, (el aguacate es intolerante a la sal).
Garantizando una nutrición equilibrada y precisa durante el riego se consiguen frutos de mayor calibre, alcanzando una cosecha más rentable de aguacates, y de mejor calidad.
La dosificación adecuada de nutrientes también mejora el comportamiento del fruto después de la cosecha, alargando su vida útil y mejorando la conservación del aguacate en refrigeración.
Beneficios de la inyección de nutrientes durante el riego
- Optimización del uso del agua y de los fertilizantes.
- Mantenimiento de la salud de los árboles.
- La aplicación se puede efectuar a demanda, según el momento concreto de la producción.
- Evita los efectos negativos en el cultivo.
- Mejora el calibre y la calidad del fruto.
- El fruto, una vez cosechado, se conserva más tiempo.