Sensores de humedad del suelo para riego
Al disponer de información sobre la humedad del suelo, se puede tomar correctamente la decisión de cuándo regar. Para que la información sea fiable, los sensores de humedad del suelo para riego deben instalarse correctamente.
Es aconsejable instalarlos cuando el cultivo es joven (altura de unos 15 centímetros), para que se aclimaten al suelo antes de comenzar las aplicaciones de riego. Y hacerlo en la zona radicular del cultivo. En el caso de la soja, las profundidades recomendadas son de 30, 60 y 80 centímetros. En cultivos de maíz, puede añadirse otro sensor a 90 centímetros de profundidad. Es importante que los sensores queden bien fijados, garantizando un buen contacto con el suelo.
Instalación de los sensores de humedad del suelo para riego
Tipo de suelo
Dado que la textura del suelo afecta a la capacidad de retención de agua disponible (los suelos arcillosos retienen más agua que los arenosos), si en la finca existen diferentes tipos de suelo, se deberán colocar conjuntos de sensores para cada tipo de suelo. Si hay pendiente en el campo, conviene colocar un conjunto de sensores en la parte más alta y otro en la parte más baja. Y siempre en puntos estratégicos, donde la emergencia y el espaciado de las plantas sean representativos.
Tipo de riego
Si se riega mediante Pivot central, es recomendable colocar un conjunto de sensores justo después del punto pivotante de la máquina. Y otro conjunto al final del último tramo, justo antes de que el Pivot complete la rotación. Cuando finalice el giro completo el Pivot central, el punto de inicio será la parte más seca, de forma que estos sensores determinarán mejor el momento de la siguiente aplicación de riego. No deben instalarse sensores en el extremo final regado por el Pivot, ya que el riego del cañón final no es tan consistente como el de los emisores instalados a lo largo de los tramos.
En riego por goteo, los sensores deben instalarse dentro de la hilera. Y en la zona de enraizamiento activo del cultivo, colocando aproximadamente un sensor por cada 30 centímetros de profundidad.
En los campos regados por surcos, debe colocarse un conjunto de sensores aproximadamente a un tercio del recorrido del agua de riego. Y otro conjunto a dos tercios del recorrido, siempre aguas abajo.
Cuando el suelo esté muy húmedo, la variabilidad de medición de los sensores será mínima. A medida que el campo se va secando, la variabilidad aumenta. A menos que las precipitaciones o la aplicación de riego sea abundante, las mediciones del mismo grupo de sensores a diferentes profundidades indicarán valores muy diferentes, ya que el agua puede quedar retenida en las capas superiores del suelo antes de llegar a los sensores más profundos.
Con una inversión mínima y siguiendo estas directrices a la hora de instalar los sensores de humedad del suelo para riego, resulta muy fácil programar con eficiencia las aplicaciones de riego. Ajustando casi en tiempo real las necesidades hídricas de los cultivos, ahorrando agua y dinero.