Venta directa del agricultor al consumidor

La venta directa del agricultor al consumidor es la fórmula que está reclamando la sociedad ante el abismo de precios que hay desde el campo hasta el comercio y también por la pérdida de calidad sufrida. Los agricultores y los ganaderos obtienen un mayor rendimiento económico y los ciudadanos además se sienten más dueños de su alimentación. Se establece una relación de confianza entre el productor y el consumidor. Las vías más habituales son la venta por Internet, en la misma explotación, la distribución a grupos de consumidores y los mercados de agricultor.

En Aragón, Daniel Marcen y su familia decidieron recuperar para su explotación el cultivo de trigo Aragón 03, que es muy apreciado por su calidad, pero ha sido olvidado por la agricultura moderna de producción extensiva. Sin tradición familiar ni unos conocimientos previos en panadería, comenzaron a moler el trigo y montaron un obrador para elaborar pan y derivados de la harina.

Aunque los comienzos fueron muy difíciles por la importante inversión inicial y la necesidad de adquirir los conocimientos suficientes, hoy cuenta con una panadería en Leciñena y una tienda en Zaragoza. Suministra a tiendas, restaurantes y particulares, que aprecian la calidad de su producto, recibiendo pedidos incluso de lugares lejanos. Las mismas hectáreas que antes sólo daban trabajo al cabeza de familia y no todos los meses, ahora emplean a ocho personas durante todo el año. La familia ha mejorado los rendimientos de su actividad, un amplio grupo de consumidores ha accedido a un producto sabroso y de calidad, al tiempo que su iniciativa contribuye al asentamiento y desarrollo de la población en el medio rural.

Otros casos de venta directa del agricultor al consumidor

• Agrofuentes realiza venta directa en almacén y también a través de Internet de sus cebollas con denominación de origen Cebolla de Fuentes de Ebro.
• Agrieco. Más de 120 socios consumidores recogen una vez a la semana su caja de hortalizas y frutas en varios puntos de encuentro, ubicados en distintos barrios de Zaragoza. Los cultivos se han cosechado ese mismo día, han sido cultivados con esmero y apenas han recorrido unos pocos kilómetros desde el campo.
• En Cerezas Bolea, los consumidores realizan visitas guiadas con su propietario, que les explica como las cultiva, cuáles son sus cuidados y sus técnicas. El consumidor elige el árbol que más le gusta, recoge él mismo las cerezas, las pesa, las paga y se las lleva a casa.

Los circuitos cortos de venta todavía son puntuales, pero van creciendo en número, con la fuerza que casi siempre acompaña a las iniciativas que surgen de la propia sociedad. El CITA (Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria), concluye en recientes estudios, que la experiencia de circuito corto más extendida es la venta en explotación, seguida del reparto a domicilio y la venta en ferias y mercadillos. Lo más vendido son las frutas y hortalizas frescas.

Ventajas de la venta directa

Estos mismos estudios señalan las siguientes ventajas de la venta directa del agricultor al consumidor:

1. Existen menos intermediarios y aumentan los márgenes comerciales
2. Permite una mayor diversificación del cliente
3. Se establece una relación de confianza entre el productor y el consumidor
4. Mejora la reputación del productor y de sus productos entre los consumidores
5. Fideliza al consumidor hasta el punto de convertirlo en un agente publicitario
6. Aumenta el protagonismo de los productos primarios al convertirlos en un punto de referencia
7. Favorece la liquidez económica
8. Favorece la calidad

El circuito corto es el encuentro de dos voluntades, la del agricultor y la del consumidor, es una visión diferente del comercio agroalimentario que algunos productores consideran un buen negocio o una mejor manera de afrontar la producción agroalimentaria y todo lo que esta lleva añadido: calidad, salud, sabor, cultura, patrimonio, formación del consumidor, fidelización de clientes …