Agricultura y Riego
A partir de imágenes multiespectrales por satélite de los campos de cultivo, se pueden programar las aplicaciones de nitrógeno a través de los sistemas de riego de precisión. Teniendo en cuenta incluso la concentración de nitratos presente en el agua de riego para ajustar las tasas de inyección.
El estiércol de las explotaciones ganaderas aporta materia orgánica a la tierra, mejorando la fertilidad de los suelos agrícolas. Es fuente de nutrientes como nitrógeno, potasio o fósforo, esenciales para las plantas. Mejora la estructura del suelo y favorece su capacidad de retención del agua.
El despliegue de paneles solares para sombrear las tierras de cultivo, además de impulsar fuentes limpias, ayuda a proteger los cultivos de climas extremos. Combinando paneles solares y cultivo, la productividad de la tierra puede aumentar un 70%. Beneficios medioambientales de la energía solar.
La decisión de muchos agricultores de sembrar sus tierras con plantas oleaginosas como el girasol, la colza o la soja, esta motivada por dos razones: unos buenos precios en relación con los costes de producción, y por ser una alternativa herbácea propicia para ser utilizada como cultivo de rotación.
El futuro en la agricultura pasa por un campo digitalizado y sostenible, con sensores, drones, cámaras hiperespectrales, gemelos digitales agronómicos, conectividad 5G y modelos de Inteligencia Artificial, (IA), que permitirán lanzar predicciones, como la fecha óptima para cosechar.