Abono verde, agricultura sostenible
Desde la antigüedad, se utilizan las leguminosas como abono verde (haba, altramuz…), crucíferas y algunas gramíneas (centeno, avena…) que se incorporan como técnicas de cultivo. Hoy en día, los abonos verdes tienen un papel importante en los sistemas de producción ecológica a la hora de diseñar las rotaciones, ya que contribuyen a una agricultura más sostenible y aportan efectos muy beneficiosos.
Aumentan el contenido de materia orgánica y de nitrógeno en los suelos, mejoran su estructura y actividad biológica, facilitan las labores y reducen gastos al eliminar el uso de fertilizantes.
Técnicas de cultivo
La naturaleza de la planta elegida como abono verde, la época de corte y el proceso de enterramiento, son factores clave para el cultivo siguiente.
Elección de la especie de abono verde
Debido a su capacidad de fijación simbiótica del nitrógeno, las leguminosas (habas, melilotos, vezas, altramuces…) son las más empleadas. Las gramíneas aunque no consiguen capturar los nutrientes residuales dejados en el suelo por los cultivos anteriores, producen una importante cantidad de biomasa y se descomponen más lentamente, contribuyendo a la formación de humus. Las crucíferas son un buen abono verde cuando se dispone de poco tiempo entre cultivos ya que tienen un desarrollo muy rápido, y se descompondrán rápidamente pero tendrán poco efecto sobre el humus.
Puede ocurrir que los abonos verdes estén formados por una mezcla de dos o más especies, de forma que se incorporan las ventajas de cada una de las especies sembradas.
Al elegir la especie de abono verde, se deben tener en cuenta las condiciones medioambientales y de rotación. Hay que conocer su efecto sobre la fertilidad del suelo, así como las condiciones ambientales de cada campaña y localización.
Elección de la fecha de corte y enterramiento
La elección de la fecha de corte del abono verde influye en la cantidad de nutrientes acumulados en el suelo, en el rendimiento en biomasa y en la facilidad de su descomposición de los residuos.
El entierro se debe realizar cuando las plantas están en floración, aunque el retraso en el corte y enterrado de los abonos verdes permite incrementar la producción de biomasa y la materia orgánica en el suelo. Es muy importante elegir la fecha de corte y enterrado para mejorar la sincronización entre el ritmo de liberación del nitrógeno y la evolución de la demanda del cultivo siguiente.
Elección del proceso de enterramiento
Los abonos verdes pueden ser enterrados enteros, troceados o dejarlos como acolchado hasta el otoño siguiente. Lo aconsejable es:
- Cortar y triturar la biomasa si la cantidad de vegetación es muy grande.
- Secar sobre el terreno durante 2 ó 3 días.
- Enterrar según las condiciones del suelo y la cantidad de biomasa a incorporar en el suelo.
Beneficios y problemas del abono verde
Influye positivamente en la conservación y fertilidad de los suelos, que posteriormente se refleja en el incremento del rendimiento y de la calidad de los siguientes cultivos. Los beneficios dependen de factores relacionados con las condiciones edáficas y climáticas de la zona, con el tipo de abono verde y con las técnicas empleadas.
La utilización de abonos verdes reduce las necesidades de fertilizantes nitrogenados de los siguientes cultivos, pero conseguir una perfecta sincronización entre la liberación del nitrógeno y las necesidades del cultivo siguiente es una labor complicada.