Consejos para los tratamientos agrícolas
A la hora de seleccionar el mejor sistema para la aplicación de los tratamientos agrícolas conviene elegir un distribuidor que permita abrir y cerrar la salida general del líquido, abrir y cerrar los brazos por secciones o ajustar la presión del pulverizador. Las condiciones de trabajo serán mejores cuantas más operaciones se puedan realizar desde dentro de la cabina, y más eficaz resultará el tratamiento.
La capacidad del depósito del pulverizador deberá ser la adecuada para los objetivos pretendidos con los tratamientos agrícolas. Es preferible pasarse en 200 litros que quedarse corto, ya que así se optimiza el tratamiento y se reduce el número de manipulaciones del producto.
Unos brazos totalmente hidráulicos permitirán maniobras rápidas y exactas con mayor seguridad para el operador. Disponer de un depósito de agua limpia, facilitará la limpieza de filtros y boquillas en el campo.
Antes de iniciar los trabajos conviene verificar los siguientes elementos:
- Filtros: de aspiración, auto limpiante, de presión y de boquillas.
- Tubos. Comprobar si hay fugas y repararlas si se detectan. Es preferible hacerlo antes que tener que parar en plena labor.
- Manómetro. Una dosificación correcta exige precisión en la presión.
- Juntas y conexiones. Tras periodos largos de trabajo, puede ser que los productos aplicados hayan dañado alguno de estos elementos.
- Brazos: examinarlos, reapretar y engrasar.
- Boquillas. Comprobar el caudal de las boquillas en cada aplicación y cambiarlas una vez cada año o cuando el caudal que apliquen supere el 10% de su caudal nominal. El gasto es mínimo y ahorra mucho dinero en producto, asegurando una mejor dosificación.
Las condiciones climáticas influyen también en el éxito del tratamiento. Un viento fuerte en el momento del tratamiento aumenta los riesgos de deriva del producto. La máxima velocidad aceptable de viento para un tratamiento fitosanitario es de 6 metros por segundo. Algunos productos, para ser eficaces requieren de un periodo sin lluvias después del tratamiento. Conviene efectuar el tratamiento de madrugada cuando las condiciones suelen ser más favorables: poco viento y humedad elevada (factores ideales para la aplicación de dosis mínimas).
En la aplicación de productos fitosanitarios hay que asegurarse del producto utilizado ya que un producto inadecuado puede dañar el cultivo y generar gastos inútiles. Se deben seguir las instrucciones del envase y no mezclar productos si no existe la garantía de compatibilidad del fabricante. Es muy recomendable utilizar equipos de protección personal (guantes, gafas, mascarilla, etc). Durante los tratamientos no se debe comer, beber o fumar.
A tener en cuenta durante los tratamientos agrícolas
Las boquillas de abanico de 110º requieren que los brazos del aplicador estén 50 centímetros por encima de la cosecha (a más altura, más deriva). Si se está aplicando herbicida y hay viento, se debe reducir la presión de trabajo y/o utilizar boquillas más grandes. Para una mayor penetración del producto en el cultivo, debe avanzarse a una velocidad de unos 8 km/h y en caso de cultivos muy densos, a 5 km/h. El marcador de espuma o el guiado GPS son accesorios de gran utilidad.
Incidencias y mantenimiento de los equipos de aplicación
Las boquillas y los filtros se deben enjuagar y limpiar con un cepillo y agua limpia (no utilizar nunca cuchillos, alambres o piezas metálicas). Nunca deben acercarse las boquillas o filtros a la boca para soplarlos.
Si se observa formación de espuma en el depósito, hay que reducir la velocidad de la toma de fuerza por debajo de 540 r.p.m.. También se puede evitar la formación de espuma con ciertos aditivos.
Al llenar el depósito por última vez, debe hacerse sólo con la cantidad suficiente para terminar el campo. Después de cada aplicación de productos fitosanitarios o de abono líquido, es muy importante enjuagar el pulverizador por dentro y por fuera y lavar el tractor.
Antes de guardar el equipo para el invierno, deberá hacerse funcionar con anticongelante, asegurándose que quede repartido por la bomba, los tubos y el distribuidor. También se deben engrasar todas las partes metálicas y articulaciones.
Es importante guardar anotaciones sobre los tratamientos agrícolas ya realizados, pues serán de gran utilidad en los años siguientes y permitirán mejorar su eficacia.