El Blog de Traxco

Agricultura y Riego

Incendios forestales al cosechar

incendios forestales

Los incendios forestales ocurren sin cesar. Según datos oficiales, el 95% son provocados voluntaria o involuntariamente por la mano del hombre. De ahí que trabajando con maquinaria agrícola en verano y rodeados de materia susceptible de arder, debamos ser especialmente escrupulosos con las medidas de seguridad.

El riesgo de incendio puede limitarse eliminando el almacenamiento de la siega y la poda en los ribazos. También evitando el abandono de prados, zonas limítrofes a los cultivos, caminos, laderas… No se deben verter tampoco productos inflamables, cristales, latas, etc.

Precauciones con la maquinaria

Y en cuanto a la maquinaria, hay que extremar las precauciones. Con especial atención a las cosechadoras y empacadoras más antiguas.

Hay que ser consciente de que según las temperaturas existen franjas horarias en las que la lógica no recomienda utilizar la máquina de labor. Además, es esencial disponer en la máquina de dispositivos de retención de chispas para incorporar en las salidas de los escapes. Dedos plásticos de poliamida en el sistema de corte de las cosechadoras. Y extintores de espuma con base de agua (de 6 kilos de capacidad como mínimo) eficaces contra posibles conatos de incendios y mochilas extintoras con una capacidad mínima de 12 litros de agua.

Si se producen incendios forestales cosechando

¿Qué debemos hacer? ¿Cómo actuar en caso de producirse incendios forestales cosechando? Ante un posible incendio, hay que trasladar la cosechadora o empacadora fuera del rastrojo a un camino, parcela arada o zona ya quemada. Es decir, a un área en la que consideremos que existe menor posibilidad de propagación del incendio. Es muy importante elegir además un punto opuesto al viento. Parar el motor, observar si sale humo de la máquina, y si es así, sofocarlo con ayuda de los medios preventivos siempre disponibles en la máquina.

Es crucial informar con la máxima urgencia al 112 o a las autoridades cercanas. Arrojar tierra sobre el incendio ayuda, siempre y cuando no se ponga en riesgo la seguridad de ninguna persona.

Las nuevas cosechadoras disponen de depósitos de combustible de gran capacidad superiores a los 500 litros, pero es aconsejable no llenarlos al máximo. Es mucho más recomendable disponer de un depósito auxiliar homologado móvil, para atender el consumo necesario.

Hay que evitar cualquier derramamiento de combustible, y en caso de producirse, limpiar bien las zonas afectadas. No fumar y actuar en todo momento con prudencia.

También pueden producirse incendios por una deficiente labor de mantenimiento de la máquina.

Es fundamental tener en regla un seguro que garantice la cobertura ante cualquier posible siniestro.

En términos generales, se recomienda no cosechar respetando la regla del “30”:

  1. Cuando la temperatura está por encima de 30º C.
  2. Con humedad relativa por debajo del 30%.
  3. Con vientos de más de 30 kilómetros por hora.

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