Agricultura en Rusia y Ucrania
En el área de Tula, Rusia, la tierra es negra, profunda y está notablemente erosionada. La agricultura en Rusia recuerda a las prácticas habituales de hace 30 años, cuando los agricultores no eran conscientes del peligro asociado a la erosión. Sin embargo, en cuanto a equipamiento, disponen de Pivots, bombas y motores modernos. El cultivo de zanahorias, coles y patatas es habitual en esta zona. Además, se nota la diferencia entre las granjas corporativas y las granjas privadas. Éstas últimas están mucho más cuidadas.
Está muy extendido el riego mediante Pivot central de todas las marcas. Los equipos fabricados en China son un 40% más baratos (los Pivotes Valley y los tractores John Deere por ejemplo). Pero los productores siguen prefiriendo la calidad de los equipos fabricados en Estados Unidos, aunque actualmente las leyes y normativas sobre comercio entre ambos países impiden esta posibilidad.
En comparación con Estados Unidos, la América rural es rica, ya que disponen de infraestructuras, calles asfaltadas, oficinas de correos, tiendas de comestibles… En Rusia y Ucrania ocurre completamente al contrario, la riqueza está en las ciudades y la pobreaza en el campo.
La agricultura en Rusia
La agricultura en Rusia cuenta con importantes recursos hídricos ya que tienen mucha agua en sus arroyos, ríos, estanques y lagos. En Ucrania los suelos también son negros y profundos, pero carecen de aguas subterráneas y superficiales. Llueve en invierno pero poco en verano. En Ucrania existe un sistema de canales que se construyó bajo la Unión Soviética (actualmente solo se utiliza el 60% de este sistema) y que terminaba en Crimea. Este sistema de canales permite que el agua lluegue a Crimea. A raíz de que Rusia se apoderara de Crimea, Ucrania cortó el agua hacia Crimea.
La agricultura en Ucrania
La agricultura en Ucrania tiene un potencial de producción enorme, aunque los cultivos modificados genéticamente no están permitidos.
Allí existe una peculiaridad que merece la pena conocer. Tras la independencia en el año 1991, el gobierno ucraniano distribuyó entre los trabajadores de las granjas colectivas las tierras que antes pertenecían a éstas, con lo que unos 7 millones de personas recibieron parcelas de 2-3 hectáreas. Millones de residentes rurales recibieron también pequeñas parcelas que antes pertenecían al gobierno central o a los gobiernos locales. Sin embargo, en 2001, el Parlamento ucraniano instauró una moratoria sobre la venta de tierras agrícolas privadas que sigue en vigor. Como consecuencia, los propietarios de estas pequeñas parcelas no pueden venderlas. En su lugar, las alquilan a otros agricultores con contratos a corto plazo. Como las personas que cultivan esas parcelas no son sus propietarios, no pueden hacer inversiones a largo plazo.