Agricultura y clima
¿Existe algún sector que dependa más del clima durante todo el año que la agricultura?
La estrecha relación entre agricultura y clima
Agricultura y clima están estrechamente ligados, puesto que los cultivos dependen directamente del viento, las temperaturas, las lluvias…
La lluvia siempre es bienvenida y buena, excepto cuando el cultivo está mojado o cuando el heno ya se ha cortado y está esperando para ser apilado o empacado. Pocos agricultores se quejarán de un exceso de lluvia, ya que puede ser que deje de llover durante meses y sufrir años de sequía.
Incluso en las áreas donde hay disponibilidad de riego, la lluvia es el método preferido de humedad para el cultivo, ya que cae uniformemente y resulta más beneficiosa para el suelo que una cantidad equivalente de agua de riego. En ese sentido, los sistemas de riego mediante Pivote central aplican el agua de la forma más parecida a la lluvia.
La ciencia ha intentado hacer frente a la escasez de lluvia creándola de forma artificial. En algún momento y cuando las condiciones se han considerado adecuadas, incluso se ha esparcido yoduro de plata en el aire para intentar inducir la lluvia. Al margen de no ser beneficioso para el medio ambiente, no está muy clara la efectividad de esta técnica, puesto que se produjeron granizadas poco después de aplicar el yoduro de plata y no se sabe si esto causó el granizo o si ayudó a dividir el granizo en partículas más pequeñas.
Se pueden dar algunas dificultades cuando llueve. Por ejemplo, dependiendo del tipo de suelo, incluso un poco de lluvia puede hacer que un camino sea intransitable, o si el terreno es pesado puede retener la humedad durante días y generar encharcamientos.
Recientemente, la escasez de lluvia ha traído problemas y desafíos. Además, en otoño se están dando dosis demasiado elevadas de clima ventoso. La combinación de estos dos factores (sequía y viento) obliga a permanecer atentos para evitar posibles incendios y descuidos por comportamientos inapropiados. En zonas áridas la humedad promedio anual es de 330 milímetros, y estos niveles insuficientes no facilitan las labores en los cultivos. En estos casos se requiere de riego artificial.
Además de los desafíos a los que se enfrenta cualquier empresario, (pagar facturas, realizar inversiones…) los agricultores y ganaderos tienen que lidiar con esa estrecha relación entre agricultura y clima. Las lluvias son muy erráticas, habrá años lluviosos y años con pocas precipitaciones y escasez de lluvia. La única solución para el agricultor es instalar los sistemas de riego y mejorar el suelo para aumentar la capacidad de almacenamiento del agua en la medida de lo posible, con técnicas de labranza mínima e incorporación de materia orgánica y residuos de la cosecha anterior.