Ideas para mejorar los beneficios agrícolas
Hay una serie de prácticas que pueden ayudar a los agricultores a ahorrar dinero y son fáciles de llevar a término. Los precios de los productos agrícolas están fijados a un nivel bajo. Así que la forma de incrementar los beneficios agrícolas y de ganar más dinero es reduciendo los costes de producción.
Abaratar costes no tiene que convertirse en una pesadilla, el algo que se puede conseguir sin que la producción se vea afectada. Incluso se pueden elevar los rendimientos agrícolas y beneficios.
En primer lugar, se debería plantar antes, puesto que hay muchos beneficios agrícolas asociados a esta práctica. El cultivo no se verá afectado por la espera en el suelo una o dos semanas hasta que suban las temperaturas. Una vez llega el buen tiempo (momento en que la mayoría de agricultores entran en el campo), el cultivo puede arraigar con fuerza.
Al comenzar antes, se pueden plantar las variedades de temporada más larga para cada región agrícola, aumentando el rendimiento potencial y asegurando prácticamente una cosecha más temprana.
La rotación de cultivos no supone costes en sí, y además puede suponer menores costes en fertilizantes si, por ejemplo, se cultiva maíz después de leguminosas. Conseguiremos generar mayores rendimientos agrícolas y un gasto mucho menor en herbicidas para ambos cultivos.
Sugerencias para incrementar los beneficios agrícolas
- Retrasar la labranza y el paso de vehículos agrícolas sobre la parcela hasta que las condiciones del suelo sean óptimas. La compactación del terreno puede restringir la estructura de las raíces, generando un perjuicio en los rendimientos superior al que supondría el plantar más tarde. En suelos más ligeros, hay que hacer las tareas de labranza suficientes para facilitar el proceso de la plantación.
- Hacer pruebas de suelo y sólo aplicar aquellos nutrientes que, según los análisis del suelo, estén limitando los rendimientos. Hay que trabajar con un buen laboratorio y después simplemente seguir las recomendaciones, teniendo siempre en cuenta que los vendedores de fertilizante están en el negocio para ganar dinero.
- Establecer unas metas de rendimiento que sean realistas teniendo en cuenta los datos históricos y la productividad, sin aplicar nitrógeno en exceso. Para identificar cuánto nitrógeno hace falta, hay que poner metas prácticas y considerar el nitrógeno que queda en el terreno del cultivo anterior, así como el drenaje del suelo y los sistemas de aplicación empleados. En aquellas parcelas en las que se ha cultivado previamente una legumbre por ejemplo, hay que reducir las tasas de nitrógeno para aprovechar el que queda todavía en el suelo.
- Abonar con estiércol o plantar cultivos de abonos verdes si la parcela está en climas más cálidos. El abono verde debe permitir el uso de nitrógeno. Ambos suponen efectos beneficiosos y permiten reducir notablemente el gasto en fertilizantes.