Editar ADN para mejorar
Modificar con precisión el ADN de los organismos puede mejorarlos genéticamente. Actualmente, ya no resulta una utopía localizar una secuencia de ADN específica y cortarla de manera concreta con una especie de “tijeras moleculares”.
Así, se puede insertar nueva información como si se tratara de un procesador de textos.
Tijeras genéticas para editar ADN
El científico español Francisco Mojica fue pionero en investigar secuencias de ADN y denominó a esta técnica CRISPR (Repeticiones Palindrómicas Cortas Agrupadas y Regularmente Espaciadas).
Las ganadoras del Nobel de Química de 2020 han recibido este reconocimiento por sus hallazgos y el desarrollo de esta tecnología, una especie de tijeras genéticas de precisión para editar ADN.
La tecnología CRISPR (reescribir el código de la vida) va a tener un gran impacto en la sociedad. Puede revolucionar el tratamiento de las enfermedades de origen genético, pues ya se han curado animales con cataratas congénitas o con distrofia muscular, o se ha editado el ADN de mosquitos para que no transmitan la malaria, ni ellos ni sus descendientes. Además, tendrá un gran impacto en la producción de alimentos.
Mejoras agrícolas y ganaderas a través del ADN
En los años setenta, una infección por hongos que afectaba a un gen en las mitocondrias del maíz, perjudicó gravemente a muchas explotaciones agrarias de Texas. Todo el cultivo de maíz de estas explotaciones tenía el mismo gen, por lo que ninguno era inmune a la infección. Desde ese momento, no se volvió a plantar el maíz que posee ese gen mitocondrial específico.
Gracias a esta tecnología se podrían evitar plagas en los cultivos y alcanzar una producción más sostenible, lo que supondría una mejora enorme para el sector agrícola. Plantas resistentes al cambio climático, tomates con maduración lenta para que no se echen a perder, girasoles ricos en azúcares complejos para etanol, nuevas variedades de arroz y de canola o ganado con carne baja en grasa. Estas novedades no tienen nada que ver con los transgénicos, ya que no se insertan genes extraños en el genoma, solo se edita el ADN.
La finalidad consiste en localizar los genes encargados de aspectos agrícolas importantes como el contenido de aceite de semilla, sequía, tolerancia a plagas, floración…
Al tratarse de una manipulación sobre el material genético de un organismo vivo, será necesaria la creación de comités que valoren su uso ético y un marco legislativo adecuado para su aplicación.