Hidrógeno, fuente de energía
El hidrógeno es un elemento químico inagotable, el más abundante, y cien por cien sostenible.
Cuando se quema, emite vapor de agua en lugar de generar gases de efecto invernadero, por eso es a todas luces la energía más prometedora.
El hidrógeno se usa en la industria para refinar el petróleo, producir amoniaco, fabricar acero, etc. La demanda actual es de 70 millones de toneladas al año y sería extremadamente eficaz en la industria pesada, donde otras renovables como la energía solar son insuficientes. Habrá más coches con pila de hidrógeno, pues su funcionamiento parte de la reacción que produce en los tanques al mezclarse con el oxígeno del aire, eliminando tan solo vapor de agua por el tubo de escape.
Igualmente, será fuente de energía para trenes y autobuses. Incluso para el transporte aéreo y marítimo, el hidrógeno es la gran apuesta para sustituir al combustible y al queroseno.
El mayor problema es que resulta difícil de producir. Es el elemento más ligero de la tabla periódica ya que sólo tiene un electrón. Tiene un peso tan reducido que escapa a la gravedad terrestre y para obtener suficiente cantidad, hay que producir industrialmente arrancando las moléculas de hidrógeno de otras fuentes de energía.
Métodos de producir el hidrógeno
- Se denomina hidrógeno negro cuando se obtiene del petróleo o del carbón, en un proceso que emite dióxido de carbono a la atmósfera.
- El denominado hidrógeno azul deriva del gas natural y resulta algo más limpio.
- El más interesante es el verde. Se extrae del agua mediante electrólisis, un proceso cien por cien libre de emisiones, siempre que la electricidad usada se obtenga de fuentes renovables.
En la actualidad, el proceso de producción de hidrógeno es complejo y costoso. Hoy en día, producir 1 kilo cuesta aproximadamente 6 dólares. La tecnología debe mejorar hasta masificar su producción y conseguir reducir dicho costo por debajo de los 2 dólares para conseguir que el petróleo dejara de ser el combustible más económico.
Por otro lado, las baterías de hidrógeno que pesan menos que las de litio, requieren resolver y mejorar la cuestión de su almacenamiento a largo plazo. Otro problema a solucionar es la falta de un mayor número de lugares donde repostar (hidrogeneras).
Pese a estos inconvenientes, el hidrógeno abundante y sostenible, es el combustible del futuro y supone una energía clave para la transición ecológica.
Espero que en poco tiempo, la producción de hidrógeno sea más económica y los equipos más baratos.