Agricultura y Riego
El crecimiento de los cultivos se acelera y aumenta la resistencia a las enfermedades. El aspecto de las plantas mejora, al presentar menos manchas en las hojas y aumenta la capacidad de retención de agua en el suelo, reduciendo necesidad de agua y abono.
La simplicidad, robustez, adaptabilidad, versatilidad y sobre todo, la elevada eficiencia de aplicación de agua es la razón de ser de los sistemas de riego mecanizado. Este riego ocupa, tras el tradicional e ineficaz riego por inundación, el mayor porcentaje de superficie irrigada del mundo.
Con los sistemas Pivot se amplían los límites del riego, no sólo por el hecho de producir cultivos poco frecuentes como la adormidera, sino también por el reto que suponen variados tipos de suelo, tamaños y formas de parcelas complicadas,…
Reducción del gasto en energía, incremento de un 15% en la cosecha sobre otros sistemas. Caudales instantáneos menores, uniformidad de riego en torno al 95%. Mejor respuesta de la planta al riego diario, menor vulnerabilidad al viento y capacidad para atemperar de una forma más homogénea. Atiende demandas puntuales del cultivo.
Desde el punto de vista de la conservación de las propiedades de los suelos, la labranza puede llegar a producir modificaciones desfavorables. Como la degradación integral del recurso suelo, una mayor erosión hídrica y eólica de las superficies agrícolas y también la paulatina pérdida de productividad de los suelos en general.