Protección contra heladas en los aspersores
Para conseguir una adecuada protección contra heladas, es recomendable realizar una limpieza a fondo de los aspersores antes de que comience la temporada de riego.
Aquellos agricultores que prevén regar cuando las temperaturas nocturnas caen por debajo del punto de congelamiento, deberían drenar el sistema de riego por Pivote central antes, para mantener una adecuada protección contra heladas y evitar que se produzcan grandes daños a causa del hielo (daños que no suele cubrir el seguro).
Hay que tener en cuenta que todos los fabricantes recomiendan que no se utilicen los aspersores con temperaturas por debajo de los -2ºC, pero si los agricultores deciden usarlos por debajo de esa temperatura, deben realizar algunas comprobaciones para el control de heladas y detectar posibles fugas. A -2ºC y con un viento de 16 km/h, la sensación térmica bajará más la temperatura y se iniciará la congelación.
Con bajantes, hay aspersores que se dañan por acumulación de hielo que los hace caer. Instalados arriba, el hielo se forma en la parte superior de la máquina debido al agua que continúa rociando el aspersor.
Si un aspersor se congela, lo más recomendable es que los agricultores no hagan nada con la máquina, simplemente que dejen que el hielo se derrita y después, si el problema persiste, que contacten con su reparador. Si se intenta reparar sin contar con los conocimientos adecuados, puede empeorar el estado de los aspersores.
Cuando las temperaturas son bajas, los agricultores no deben usar los aspersores como lo harían en verano. Hay que drenar el tubo de subida del Pivote Central o retendrá agua, que luego podría congelarse y romper. También hay que comprobar el drenaje automático de cada torre, ya que si no están completamente drenadas, pueden obstruirse y congelarse, provocando que la tubería termine reventando, lo que supondría una reparación muy costosa.
Protección contra heladas: cómo combatirlas
Antes de iniciar la temporada de riego, se deben realizar una serie de tareas de mantenimiento y limpieza que harán que las máquinas ahorren tiempo, dinero y agua, y mejorarán el resultado final de los cultivos ya que conseguirán una mayor protección contra heladas.
Revisar los elementos de transmisión, las boquillas y los platos difusores
Cuando se dan -6ºC por la noche y 15ºC durante el día, suele acumularse condensación en el interior de los elementos de transmisión que oxida los rodamientos. Los agricultores deben asegurarse de drenar el agua y revisar el aceite de los reductores.
Es fundamental comprobar los platos difusores del agua y las boquillas, puesto que pueden desgastarse por la arena y el viento. Este es un punto importante, ya que afecta a la presión del aspersor. Debe usarse el aspersor a la presión correcta. La sobrepresión es preferible a trabajar con una presión inferior a la necesaria. Se sabe que la presión es baja cuando hay espacios en el patrón de pulverización, ya que los aspersores deberían superponerse entre sí a medida que rocían.
Inspeccionar la máquina para detectar fugas y verificar la presión de los neumáticos
Este punto es fácil de comprobar y también afectará a la presión del aspersor si no se repara. Por ejemplo, una boquilla n° 10, con 1 Bar de presión, puede estar goteando hasta 0,19 litros por segundo, y si hay fugas, puede pasar a gotear hasta 0,95 litros por segundo. Esa puede ser la diferencia entre trabajar con la presión correcta o la presión incorrecta.
La presión recomendada en los neumáticos es diferente en función del tipo de suelo y del modelo de rueda. En suelos arenosos, se suelen recomendar neumáticos de 11.2×24, mientras que en suelos más pesados y de tipo arcilloso, los neumáticos de 11.2×38 trabajan mejor.
Doy fe de que el hielo es devastador, el invierno pasado me reventó una válvula de fundición.