Chubasquero de patata
Una empresa española inventa el chubasquero de patata
La prenda es totalmente biodegradable y puede ser plantada para que germine tras su uso.
Buscando soluciones sostenibles a productos de uso más cotidiano, una empresa española dedicada al ecodiseño ha inventado un práctico chubasquero de bioplástico de fécula de patata 100% compostable y también biodegradable. Lo ha presentado en la Feria Internacional de China de la Pequeña y Mediana Empresa. En la muestra, celebrada en la ciudad de Cantón (conocida como la fábrica del mundo), se dan cita proyectos de todos los sectores y abundan las iniciativas pequeñas, pero innovadoras.
El chubasquero de patata, producto medioambientalmente responsable, libre de PVC, es una prenda impermeable fabricada con cultivos específicos de tubérculo en una forma de agricultura no alimentaria.
Los bioplásticos son plásticos derivados de biomasa renovable, en este caso de patatas (más de veinte variedades se procesan para obtener fécula de patata, y de ésta se obtiene la resina de bioplástico con la que se fabrica en España el film).Contribuyen a un menor calentamiento global que los plásticos que vienen del petróleo (además se utiliza mucho menos energía para producirlos), no son tóxicos ni contaminan. Son 100% compostables (que una vez se biodegradan se convierten en abono), biodegradables, reciclables y por supuesto reutilizables.
Además de ser totalmente biodegradable, la prenda añade una bola de arcilla con semillas en su parte posterior, de manera que, cuando el usuario decide terminar de utilizarla, puede plantarla y hacerla germinar. El chubasquero lleva incorporado Nendo Dango, técnica inventada por el microbiólogo japonés Masanobu Fukuoka, con la que se protegen las semillas en unas bolitas de arcilla que portan nutrientes y evitan que sean comidas por los pájaros, asegurando su germinación. Incluye semillas de plantas aromáticas, flores, árboles y arbustos mediterráneos.
El impermeable se fabrica en Orense, aunque la empresa funciona a través de internet y tiene socios en la capital asturiana, Barcelona, Hamburgo y Martinica. Los valores ecológicos han llevado a la firma a China, el país más contaminante del mundo, donde aspiran a vender los chubasqueros en ciudades como Shanghai y acercarse a Japón, zonas con una mayor concienciación ecológica.
Todos los productos útiles que sean biodegradables, son bienvenidos para mejorar nuestro planeta.