Círculo completo de la tierra a la mesa
Situada a muy pocos kilómetros de Albacete, se encuentra la finca agrícola y de caza Dehesa de los Llanos con una superficie total de 10.000 hectáreas. Respetando su entorno, ha sabido conjugar la agricultura, la ganadería y la caza, con la elaboración de productos de gran calidad como industria agroalimentaria, distribuyendo en mercados muy exquisitos mediante su gestión comercial. Y cerrando así un círculo completo de la tierra a la mesa.
La explotación de esta finca, en la que se han conservado muchos de los árboles y de los arbustos del ecosistema natural previo, se basa en sistemas de gestión agrosilvopastoral de uso ganadero, agrícola y forestal, aprovechando tres fuentes principales de producción primaria completamente acopladas entre sí: monte, labor y pasto.
La mitad del terreno es monte (parte cinegética); alrededor de un lago natural se extienden bosques de pinos, robles y encinas, monte bajo y campos de hierbas aromáticas. Con vigilancia, control y constantes mejoras (bebederos, comederos…), para favorecer a la fauna (muflón, jabalí, ciervo, gamo, perdiz roja, codorniz, tórtola, liebre, etc.)
La otra mitad se dedica a actividades agrícolas y ganaderas. En la parte agraria, se extienden campos de trigo, cebada, ajos, cebollas y patatas, y sus barbechos y rastrojeras. Se estudia desde la composición de la tierra hasta la selección de semillas, analizando el impacto ambiental, sin descuidar los mejores métodos de siembra, riego, recolección, almacenaje y distribución, investigando también en cultivos adaptables a la zona y de bajo consumo de agua.
Se alternan zonas regadas (1.500 hectáreas) con sistemas de riego mecanizado Pivot, donde se cultivan remolacha azucarera, alfalfa y maíz, diversificando para maximizar el aprovechamiento y sostenibilidad de los recursos de suelo, agua y nutrientes, con otras de secano (3.000 hectáreas) dedicadas a cereal (trigo y cebada) y leguminosas.
Este conjunto de cultivos es la base que alimenta al rebaño de ovejas manchegas que cuenta también con excelentes pastos. A su vez, el abono natural producido por la cabaña contribuye a enriquecer el suelo, respetando el entorno y el medio ambiente.
En un edificio habilitado como quesería y área de maduración de quesos, elaboran un queso manchego a partir de la leche del propio rebaño. Con una cabaña de 6.000 ovejas repartidas en diversas parideras en función de sus ciclos vitales (gestación, cría y ordeño), para poder disponer de leche durante todo el año; se obtienen unos 100.000 kg anuales de un manchego artesano que conjuga sabor, aroma, textura, nutrición, amparado con la Denominación de Origen, elaborado exclusivamente con leche cruda y entera de las ovejas manchegas criadas en la finca.
En muy pocos años han conseguido posicionar su marca “Dehesa de los Llanos” y hacerse un hueco en el mercado nacional e internacional de alta restauración y en las tiendas gourmet con una presentación de producto tradicional y genuino.
Dispone también de un viñedo de 50 hectáreas donde se cultivan seis variedades destinadas a vinos tintos (Tempranillo, Graciano, Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot y Petit Verdot) y dos para vinos blancos (Verdejo y Sauvignon Blanc). Su bodega con la última tecnología permite transformar la materia prima obtenida en el viñedo, procurando que cada variedad aporte sus características especiales a cada caldo. La última fase de crianza de los vinos con denominación Mazacruz, tiene lugar en barricas de roble francés de tostado medio.
Comercializan también perdiz roja autóctona salvaje escabechada, sacrificada en cacería en la propia finca y en un futuro tienen previsto elaborar aceite de oliva propio. Todo un ejemplo de modelo productivo sostenible.
Estupendo artículo. Se agradece la calidad de la información. Saludos desde Nicaragua.
Esto es realmente desarrollo sostenible, con alta productividad. En Colombia, nuestros dirigentes y ministros no entienden esto, y nos invaden las importaciones de alimentos. Debemos tomar nota para poder ser competitivos.