Cultivar patatas con valor añadido
La calidad de las patatas de la Sierra de Albarracín en la provincia de Teruel, de variedad amarilla agria y de fina piel, con mejores cualidades de conservación, ha convencido a una familia de agricultores para potenciar su cultivo a 1.300 metros de altitud ya que se trata de una variedad fácilmente adaptable al clima frío y a las tierras altas de esta serranía turolense. La idea es incorporar además una planta de selección, troceado y envasado al vacío de este tubérculo, que facilite la comercialización y la rentabilidad de cultivar patatas.
Con una cosecha de unos 200.000 kilos y una inversión de 150.000 euros en maquinaria de selección y en la adaptación de la nave de procesado (antes era una antigua vaquería), instalaron varias cámaras frigoríficas donde envasar el producto listo para cocinar. Comenzaron con la venta de sacos de 25 kilos de patatas seleccionadas, para seguidamente pasar a la comercialización de distintas variedades de patatas: crudas, peladas, troceadas y envasadas al vacío en bolsas de 3, 5, 10 y 15 kilos, destinadas a la restauración.
Gracias a su lenta maduración de mayo a octubre, la calidad de esta patata es excepcional, su pulpa dura se adapta a todo tipo de preparados culinarios y puede estar expuesta dos o tres horas pelada sin oxidarse.
La temperatura en el interior de la nave de procesado oscila entre los 8 y los 15 grados, aunque la impresión térmica es mucho mayor debido a la humedad en el ambiente, que llega a ser de un 90% y resulta necesaria para conservar el producto.
Varias explotaciones agrícolas en otras localidades aragonesas, cultivan bajo Pivot, además de cebollas, patatas de la variedad Agria y Hermes, con especial interés también en rentabilizar su actividad con valor añadido, volcando esfuerzos en sus procesos de selección de los productos, envasado y comercialización para España, Portugal, Alemania, etc., dirigido a cadenas de alimentación y para la elaboración de patatas fritas. El tamaño de la patata por ejemplo, requiere de diferentes canales de venta, la industria agroalimentaria prefiere el tamaño grande, mientras que la restauración y el consumo doméstico demandan un tamaño medio más manejable o incluso pequeño para guarnición.
Los canales cortos de comercialización para agricultores con modelos de producción a pequeña escala también son tendencia, para satisfacer la demanda creciente de muchos consumidores, y clave para el desarrollo de la actividad económica en las zonas rurales. Proyectos sólidos basados en la comercialización de productos locales han ido apareciendo con fuerza en España como: Tierra de sabor en Castilla y León, el mercado agroecológico de Zaragoza, Mumumío, la Gastroteca en Cataluña, Hermeneus, e Tendas, Aragón en tu cesta, Rural Direct, La Granja Gourmet, etc.