Cultivo de cáñamo
El cultivo de cáñamo es una alternativa al cultivo de tabaco y podría ayudar a mantener la población rural. Es una paradoja que actualmente en España se pueda cultivar cáñamo de forma industrial, pero que debido a la legislación vigente no sea posible elaborar productos con él. En Europa se cataloga como cultivo textil y en España sin embargo se ha clasificado como cultivo oleico.
El cáñamo, considerado un sustituto del plástico, requiere una elevada inversión dado el coste de la semilla, además de exigir la gestión de una serie de trabas legales y burocráticas. La manipulación de la flor requiere de una autorización especial de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios.
Al cultivar cáñamo se debe tener en cuenta que en los análisis no debe dar más de 0,2 de THC. Por debajo de esta cifra se considera cáñamo industrial y por encima marihuana (es decir, una droga). El límite es muy pequeño y hay que tener en cuenta que el sol (abundante en España), aumenta la producción de THC.
Cultivo de cáñamo
En la preparación del terreno hay que regular el pH del suelo hasta el 6,5. Para su siembra requiere tierra fina y una total ausencia de hierbas. Además, requiere tratamientos aéreos con nutrientes aminoácidos y conviene cultivar en alternancia con leguminosas como el garbanzo (cultivo que mejora el suelo).
El cáñamo absorbe aquellos componentes químicos perjudiciales que se han ido vertiendo en la tierra a lo largo de los años (herbicidas, metales pesados…) y limpia los niveles freáticos de nitrógeno.
Este cultivo tiene 3 cosechas y se recolecta entre marzo y septiembre según las zonas. El que se produce en nuestro país se vende a otros países para ser transformado. En países como Italia o Francia, se utiliza para fabricar cosméticos o fibra textil, mientras que en España no se permite tal elaboración. Está prohibido.
El cáñamo (de la familia del cannabis), se ha utilizado para hacer velas de barcos, redes de pesca, calzado, cordelería, ropa… Incluso en 1941, Henry Ford creó un coche con el chasis hecho parcialmente con unos bioplásticos elaborados a partir del cáñamo e impulsado también por combustible biodiésel que se extraía del cáñamo. Pero triunfó el petróleo y Estados Unidos, con Nixon como presidente que detestaba todo lo que tuviera relación con la droga, prohibió el cultivo de cannabis. En los años 70, Franco para congratularse con EEUU, también lo prohibió en España.
Los activos más destacados del cannabis son el CBD y el THC. El primero tiene propiedades terapéuticas contra trastornos convulsivos, de ansiedad o dolores físicos. El segundo es una sustancia psicoactiva, cuyo uso suele ser recreativo y está demonizado e ilegalizado.
Aprovechamiento del cáñamo
La flor (que puede generar 6.000 € por Ha), se dirige al sector alimenticio para uso medicinal, fermentación de cerveza e infusiones. El grano o semilla (que puede dar de 1.000 a 2.000 euros por hectárea) se utiliza en alimentación para elaborar aceite (rico en omega 6, 3 y 9) y productos lácteos. Finalmente, la paja (que da entre 800 y 1.500 € por hectárea) que se compone de celulosa y fibras (3 veces más largas que el algodón), es utilizada en textiles, cuerda, aislamientos y también en la obtención de energía, para biomasa y bioetanol.