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Agricultura y Riego

Cultivo de patata bajo Pivot

cultivo de patata

El frío excesivo afecta notablemente al cultivo de patata, más que al de otros tubérculos. Las heladas tardías retrasan la producción y reducen la cantidad de patatas producidas, ya que no se desarrollan de forma correcta. El calor excesivo también afecta al cultivo de patata; fomenta el desarrollo de enfermedades y plagas.

El terreno debe estar bien mullido y aireado, sin huecos ni terrones, para favorecer el desarrollo radicular, la emergencia rápida y homogénea y para aminorar los ataques de parásitos.

Plantando entre 1.000 Kg./Ha y 2.000 Kg./Ha de patatas se obtendrá una cosecha normal.

En el momento de la siembra, la temperatura del suelo debe superar los 7º C al realizar la plantación y las temperaturas nocturnas debe ser relativamente frescas. En zonas con climas fríos donde hiela a menudo, el momento idóneo para la siembra es a finales de la primavera o principios del verano y así poder hacer la recolección en octubre o noviembre. En climas con temperaturas más elevadas, ya que las heladas no atacarán a la planta, las patatas se suelen sembrar al comienzo de los meses de primavera.

Con tubérculos enteros o partes de éstos, se lleva a cabo la plantación. Las patatas se cortan en varios trozos teniendo en cuenta que cada uno de ellos debe tener al menos, entre dos o tres yemas. Para la siembra, cada uno de los trozos se debe enterrar a una profundidad en torno a los 7-8 cm. Una profundidad más superficial incrementa el riesgo de que se produzca enverdecimiento y mayores profundidades retardarán la emergencia. Hay que mantener una distancia de al menos 20 cm entre un trozo y otro para que cuando la planta crezca, el desarrollo de los tubérculos no se vea limitado por el espacio.

Para asegurar que se haga un riego uniforme y que la pluviometría se dosifique, el riego por aspersión mediante sistema Pivot, es el más idóneo en el cultivo de patata.

Aunque la patata es un cultivo muy exigente en agua, necesita una humedad del suelo suficiente, ya que una humedad excesiva resulta dañina en el momento de la germinación del tubérculo y en el periodo desde la aparición de las flores hasta la maduración. Además, un exceso reduce el porcentaje en fécula y puede favorecer el desarrollo de enfermedades.

En sitios más calurosos, el riego cuando los tubérculos están desarrollados, debería ser mínimo, ya que un exceso de agua pudriría las patatas nuevas. Los terrenos con excesiva humedad, son demasiado acuosos, poco sabrosos y conservables y poco ricos en fécula, lo que afecta a los tubérculos.

Para propiciar el desarrollo de las raíces, un pequeño déficit hídrico antes de la tuberización es muy útil. La consecución de temporadas secas y temporadas húmedas de forma alternativa, altera la velocidad de engrosamiento de los tubérculos.

Se abona, preferiblemente con abono orgánico, todo el terreno a sembrar. Para aumentar la cosecha conviene añadir compost o estiércol bien descompuesto y en grandes cantidades. En fincas productoras se aplican herbicidas específicos totalmente selectivos del cultivo.

Mediante la destrucción de matas, antes de la recolección, se controla el engrosamiento y la acumulación de materia seca en los tubérculos. El ciclo vegetativo de la patata oscila entre 3 y 6 meses, en función de la época de plantación y del clima. Las patatas tempranas deben arrancarse al abrirse las primeras flores y las variedades más tardías cuando el extremo del tallo principal adquiera un tono marrón.

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