Cultivo del avellano
El avellano crece fundamentalmente en zonas húmedas y cálidas en verano, y requiere suelos aireados y ricos en humus. El rendimiento de los avellanos mengua a partir de los 40 o 50 años, en que los productores deben talar y replantar su población; crecen muy rápido y se podan tras cada recolección. En plantaciones de un sólo pie o dos como máximo, el marco es de 7 metros entre calles y de 3 metros mínimo entre árboles, con variedades vigorosas y suelos muy fértiles. La distancia entre calles puede llegar a 8 metros y aumentar ligeramente la separación entre los árboles.
Las plantaciones de 1-2 pies máximo, tienen una serie de ventajas:
- Disminución del tiempo de poda.
- Disminución del tiempo de recolección tanto manual como con maquinaria (un menor tiempo de soplado).
- Facilitan la poda.
- Mejoran la eficacia en la aplicación de herbicidas y la sanidad del árbol.
El agricultor debe evitar desde el primer año que los rebrotes se conviertan en ramas de fructificación lo que provocaría en pocos años una plantación de numerosos pies generando más inconvenientes que ventajas.
Los rendimientos del cultivo del avellano mejoran utilizando en regadío variedades de avellanas como Pauetet, Tonda Romana, Tonda Giffoni, o San Giovanni, y colocando estratégicamente en la posición de los vientos dominantes, polinizadores del orden del 15% del número total de avellanos.
Las condiciones meteorológicas, la edad de los arbustos, la altitud y la variedad son algunos de los factores que pueden impactar en el rendimiento, que varía entre 600 kilos por hectárea en secano y 3 toneladas por hectárea en regadío. Las avellanas que caen de las ramas son aspiradas por largos tubos flexibles y terminan en las cosechadoras, la máquina para avellanas separa el fruto de su envoltorio pardo sacudiéndolas gracias a un sistema neumático. Los restos de hojas se lanzan al aire mientras que las avellanas caen en los sacos de yute, generalmente se toman muestras de cada saco, evaluándose allí mismo el aspecto externo, el sabor y el porcentaje de humedad. El precio del kilo se mueve en los cinco euros aproximadamente.
El cultivo de avellana (rica en aceite) está muy arraigado en Turquía de donde proviene más del 60% de la producción mundial, con plantaciones que cuentan con avellanos de más de 80 años, principalmente en la región del Mar Negro. El territorio montañoso, húmedo y caluroso en verano, se extiende sobre cerca de 1000 kilómetros, desde la provincia de Düzce hasta Trebisonda.
Mejorar los rendimientos del cultivo del avellano requiere del agricultor, adaptar su estructura productiva reduciendo los costes de producción (sobre todo de mano de obra) aplicando la mecanización y de la utilización de nuevas técnicas de cultivo.