Cultivos aromáticos y medicinales
Una buena alternativa de producción, son los cultivos aromáticos y medicinales.
La demanda mundial de productos aromáticos y medicinales crece entre dos y tres veces por encima del crecimiento de la población.
Estas producciones si están lo suficientemente mecanizadas permitirán alcanzar un resultado productivo competitivo.
Para decidir los cultivos a realizar, se deberán analizar los siguientes factores: la localización, la superficie disponible y el nivel de inversión para iniciar la producción.
Los cultivos medicinales y aromáticos de gran extensión, en la mayoría de los casos son especies anuales, con un ciclo de desarrollo invierno-primaveral, similar a los denominados cereales de invierno. Como cultivos de esta alternativa de producción corresponden: el anís, el comino, el coriandro, el hinojo, la mostaza, el cardo mariano, la alcaravea y la manzanilla, en esta última el tipo de producto que se cosecha (flor fresca) requiere de una serie de implementos especiales.
En las especies perennes (las mentas, el estragón, el romero, el orégano y el tomillo), se necesitan plantines, esquejes o rizomas, que dado su costo, hacen necesario disponer de vivero para obtener la cantidad necesaria para la implantación.
Los órganos cosechados son: hojas, flores o inflorescencias, frutos inmaduros e incluso raíces y como todos ellos poseen un importante contenido de agua en el momento de la cosecha, hay que proceder al deshidratado de los mismos. Además, la obtención de calidades comerciales acordes a las exigencias del mercado, requiere el concurso no sólo de los secaderos sino también de equipos para tratamiento de pos cosecha para obtener la mayor estandarización posible. Esto, sumado a la necesidad de algunos equipos especiales para la preparación del terreno, la maquinaria, los sistemas de riego Pivot, los elementos para la aplicación de agroquímicos, las trasplantadoras, despalilladoras, clasificadoras, etc., constituyen niveles de inversión importantes, que demandan una superficie de 30 hectáreas como mínimo, para poder amortizarlas. La rentabilidad de estas producciones es directamente proporcional a la mecanización ya que la realización manual de estas tareas hace perder competitividad por el incremento del costo medio del producto.
La plantación se realiza con una trasplantadora mecánica y debe implementarse un buen plan de manejo de la maleza.
La cosecha se realiza de forma mecánica. Posteriormente a la cosecha, debe procederse al secado, para el que existen distintas alternativas que persiguen una misma idea central: hacer circular de manera forzada por entre las plantas o partes de éstas, aire a una temperatura no mayor a 40-45 grados centígrados y proceder luego a expulsarlo.
La demanda comercial busca un producto con buen aroma y buen color. El aroma depende directamente del contenido en aceites esenciales, y éste a su vez es el resultado de la interacción de una serie de factores que tienen que ver con las condiciones genéticas del material de multiplicación, pero también con las condiciones ambientales donde se desarrolla la planta. La obtención de colores tiene que ver con la velocidad de deshidratación del vegetal para estabilizar la acción enzimática: cuanto más húmeda es una zona, mayor tiempo demanda un secado natural y mayor es la necesidad de la utilización de las instalaciones de secado artificial.
El producto, una vez deshidratado, deberá clasificarse y acondicionarse antes de su comercialización. Con el fin de disminuir el riesgo y obtener un mayor provecho de las instalaciones, se recomienda diversificar con distintas especies perennes o anuales.
Es bueno el tener en cuenta ideas nuevas, cultivos diferentes que además tienen demanda. Romper con los cultivos habituales con Pivots y producir otros cultivos que den una buena rentabilidad. Saludos.
Estamos interesados en información sobre la produccion de laurel, queremos realizar un proyecto de inversión en ese tema y no encontramos muchos datos. ¿Alguien puede ayudarnos? Muchas gracias.