¿Qué es la espirulina?
La espirulina es una pequeña alga azul verdosa con una forma de espiral perfecta. Biológicamente hablando, es uno de los habitantes más antiguos del planeta. Se le conoce también por el nombre científico Arthrospira Platensis.
Apareció hace 3.600 millones de años y supuso un puente evolutivo entre las bacterias y las plantas verdes. Esta planta de agua se ha renovado a lo largo de millones de años y ha nutrido a muchas culturas a lo largo de la historia, en África, en el Medio Oriente y en América. La espirulina crece de manera natural en los lagos alcalinos ricos en minerales que se pueden encontrar en todos los continentes, a menudo cerca de los volcanes.
Las algas han nutrido a muchas civilizaciones durante siglos, por ejemplo los indios mayas en Guatemala y los incas en México.
Beneficios de la espirulina
Quizás la mejor característica de esta alga es que sus nutrientes son asimilados muy bien por el cuerpo, ya que no contiene celulosa en sus paredes celulares. La espirulina es una fuente de proteína baja en grasa, baja en calorías y libre de colesterol, que contiene todos los aminoácidos esenciales. Ayuda a combatir problemas como la diabetes, la anemia y la contaminación atmosférica. También ayuda a combatir los “radicales libres” que pueden llevar a enfermedades como cáncer, artritis o cataratas. Además, el ácido gamma linolénico (GLA) presente en esta alga, disuelve los depósitos de grasa, ayuda a prevenir problemas cardíacos y reduce el “colesterol malo”. La ingesta regular de espirulina aumenta la actividad antiviral, estimula el sistema inmune, reduce la toxicidad renal, mejora la curación de heridas y reduce la enfermedad por radiación.
Cultivo y cosecha del alga espirulina
La espirulina se cultiva en estanques de poca profundidad (de aproximadamente 15 cm). Se agregan los nutrientes (minerales y sales) para obtener las condiciones óptimas para que crezcan las algas. El agua fuertemente alcalina (de pH 10,2) asegura que no se puedan desarrollar otras algas, microorganismos o microcistinas en el cultivo.
El cultivo en los estanques se remueve varias veces al día para estimular la fotosíntesis.
Cuando el agua está llena de espirulina, se recoge y pasa a través de un conjunto de filtros. La biomasa de espirulina se recoge en el filtro más fino, donde se drena y se limpia con agua.
El proceso de limpieza finaliza cuando el agua que se filtra a través del filtro se mantiene completamente transparente.
Prensado y secado
La biomasa fresca se dobla en un tejido de malla fina, luego se coloca entre dos losas de granito y se presiona. Se presiona hasta extraer tanto exceso de agua como sea posible (hasta el 80%) y convertir así la masa de alga espirulina en una pasta sólida.
La masa de esta alga se comprime en finos espaguetis y se pone a secar al sol.
Durante el proceso de secado, la espirulina toma su sabor característico, pero solo levemente debido al método de secado al aire libre. La espirulina secada al sol tiene una agradable fragancia y sabor.
La etapa final del proceso de secado se realiza en un secador de aire caliente, para lograr la humedad exacta y un producto 100% seguro para su consumo.
El resultado: espirulina pura, secada al sol, crujiente y lista para el consumo.