Etanol de caña de azúcar
Brasil produce el etanol más barato del mundo. Sus condiciones favorables y su tradición en el cultivo de caña de azúcar (la materia prima más eficiente para la producción de etanol), han sido esenciales para desarrollar el sector.
En los años 30 comienza la industria del etanol en Brasil. El país disponía de más azúcar del que podía consumir, así que el gobierno decidió destinar la caña de azúcar a la producción de etanol. Y además hizo que el agregado de este compuesto a la gasolina fuera obligatorio.
Pero realmente fue en el año 1973 cuando esta industria dio un salto. La crisis internacional del petróleo duplicó el gasto en importaciones de este compuesto, así que el gobierno brasileño se vio obligado a buscar fuentes alternativas de energía para reducir los gastos y esa dependencia en los combustibles fósiles. A través del lanzamiento del Programa Nacional de Alcohol consiguió aumentar la producción de etanol como sustituto de la gasolina, realizando importantes inversiones para aumentar la producción agrícola, modernizando y expandiendo las destilerías y estableciendo nuevas plantas de producción. Además se introducen subsidios para bajar los precios y reducir los impuestos que gravan a los productores de etanol.
Entre 1975 y 1990, la producción de etanol sufrió un aumento considerable, pasando de 0,6 miles de millones de litros a 11 mil millones. Al principio, una parte del etanol se mezclaba con cuatro partes de gasolina y el siguiente paso era eliminar el agua del combustible. Posteriormente, la actividad productiva se dirigió hacia el etanol hidroso que contiene un 5% de agua y podía ser usado en coches impulsados completamente a etanol. Algunos investigadores del Centro Nacional de Investigación para los vuelos aéreos y espaciales, desarrolló aleaciones para proteger las partes internas de los motores impulsados por gasolina y los tanques de combustibles de la corrosión causada por el etanol.
Mediante la utilización de técnicas más tradicionales de cultivo, los investigadores consiguieron producir variedades adaptadas a diferentes condiciones de suelo y clima, con ciclos de producción más cortos, mejores rendimientos, y tolerancia a la escasez de agua y las pestes. En la fase de producción, se desarrollaron nuevos sistemas de molienda y el proceso de fermentación se adaptó a diferentes microorganismos y enzimas para producir más etanol y con mayor rapidez.
Al destilar el etanol, se obtenía la vinaza, un líquido corrosivo que se tiraba a los ríos causando graves daños ambientales. Más tarde, se comprobó que era un buen fertilizante y se desarrolló un sistema de transporte que combinaba camiones, cañerías y conductos para llevar la vinaza desde las destilerías hasta los campos. La fibra sobrante de la caña de azúcar, conocida como bagazo, se comenzó a utilizar para producir energía con los métodos existentes de quema para impulsar turbinas de vapor y generar electricidad. Muchas plantas de etanol se convirtieran en autónomas en términos energéticos ya que se desarrollaron calderas a presiones más elevadas que podían producir más energía. Esto contribuyó significativamente a mantener la producción de etanol a bajos costos.
Actualmente, después de Estados Unido, Brasil es el segundo productor de etanol del mundo. El interés por el consumo de etanol y la intensificación de su demanda como biocombustible se debe al éxito de los coches que tienen uso flexible de combustible y pueden funcionar con gasolina, etanol o una mezcla de ambos. Los investigadores desarrollaron un sistema de combustible para motos que también usa mezclas de etanol y gasolina en cualquier proporción.