Agricultura y explotación lechera

Perspectivas sobre la producción lechera

Se espera que el precio de la leche mantenga la tendencia al alza, y a partir del 1 de abril de 2015, (fecha en la cual finalizará el sistema de cuotas lácteas impuesto por Bruselas en el año 1984), los ganaderos tendrán permiso para producir sin limitaciones. Es por este motivo que algunas de las explotaciones están ampliando su cabaña ganadera y sus instalaciones, para afrontar unas mayores producciones.

Granja lechera oscense

La familia Pont comenzó su actividad agrícola en el año 1951, en la localidad oscense de Tamarite de Litera (provincia de Huesca) y con el tiempo decidieron diversificar incorporando al negocio vacas lecheras. Desde entonces, la explotación de vacuno lechero Granja San José no ha dejado de crecer hasta convertirse en una de las granjas lecheras más grandes de España y de Europa, que en la actualidad produce 30 millones de litros de leche al año.

Disponen de 900 hectáreas de terreno agrícola de regadío (la mitad de la superficie en propiedad y la otra mitad arrendada a propietarios de la zona), mediante sistemas de riego Pivot de las marcas Valley y Lindsay (controlando hasta un total de 30 sistemas), en las que producen para ensilado forrajes y cereales: alfalfa (7 u 8 cortes), o cultivos alternos de primavera (ray grass, cebada o triticale) con segunda cosecha de maíz.

Su actual cabaña ganadera la componen 3.600 cabezas de raza frisona, de las cuales 2.000 son vacas adultas productoras de leche y 1.600 terneros de reposición. La explotación de Tamarite de Litera no solo produce la leche, sino que también la envasa y la comercializa, desde su envasadora de la que son copropietarios situada en la localidad gerundense de Vidreres (la mayor parte de su producción llega al consumidor bajo la marca ATO), generando así valor añadido y una mayor rentabilidad del negocio.

El tratamiento del estiércol representa un capítulo muy importante en estas explotaciones y por ello, lo tienen resuelto con instalaciones en las que filtran los líquidos, que son utilizados en circuito cerrado para limpiar repetidamente las naves ganaderas y para su aplicación a los suelos agrícolas mediante el riego con pivote central. Los sólidos se utilizan también como abono orgánico repartidos con carros esparcidores que disponen de molinetes traseros.

Ante las nuevas perspectivas, actualmente abordan un proyecto con nuevas inversiones para duplicar el ganado (hasta 4.000 animales de ordeño) y con ello su producción de leche (objetivo: 60 millones de litros de leche anuales), ampliando las explotaciones lecheras que tendrán que ser dotadas con nuevas salas de ordeño, los almacenes y silos que deberán acumular mayor cantidad de forraje y cereal, y las instalaciones de tratamiento para un mayor volumen de estiércoles.