Producción de lavanda
La producción de lavanda, que mantiene una demanda en alza, es una alternativa interesante a los cereales. Los inicios de esta producción son duros, pero con el asesoramiento adecuado y trabajando con personal responsable y fiable, los resultados positivos llegan.
La lavanda es una de las plantas que mayor cantidad de perfume ofrece. Aguanta muy bien la sequía y las heladas, pero requiere unas bases adecuadas para mantener una explotación rentable. Llega a alcanzar alturas de entre 50 y 90 centímetros, florece en primavera y otoño. Sus flores son de un llamativo color azul-violáceo.
Conseguir cerrar el círculo productivo y de destilado dentro de la propia comarca favorece la competitividad, ya que evita gastos de transporte y pérdidas de producto. Favoreciendo una mayor calidad productiva.
Las plantas de lavanda suelen adquirirse en viveros especializados. Las variedades de lavanda más reconocidas son:
- Maillette.
- Maitte.
- Mattenan.
Antes de empezar con la producción de lavanda, la tierra debe estar bien drenada y trabajada en profundidad, sobre los 50 centímetros. Suelos de arena, arcilla y marga ayudarán al buen desarrollo de las plantas. El espaciamiento ideal entre plantas debe de ser de 75 a 80 centímetros, manteniendo 120 centímetros entre filas.
La planta de lavanda requiere poca fertilización externa, si bien realizando comprobaciones antes de que llegue el ciclo de floración de la planta, puede ser necesario aplicar pequeñas cantidades de potasa.
La aplicación de fertilizantes líquidos obtenidos a base de la descomposición de restos vegetales suele dar buenos resultados. La planta de lavanda necesita ciertas cantidades de nitrógeno, pero siempre después de un análisis de suelo. Un análisis superficial y un segundo análisis a 5 y 25 centímetros de profundidad.
Es importante planificar con profesionalidad todo el desarrollo de la producción. La evolución de la planta, la recolección y el tipo de cosechadora a emplear.
La vida de este cultivo se estima entre los 10 y los 12 años.
Bajo el Programa de desarrollo Rural, algunas comunidades están subvencionando la producción de plantas aromáticas. En el apartado de agro ambiente y clima, valorando la importancia de este cultivo como mejora de la biodiversidad.
Rendimiento en la producción de lavanda
Una hectárea de lavanda suele contar con unas 10.000 plantas, a un coste por planta de unos 20 céntimos, supone una inversión inicial de entre 1.800 y 2.000 euros. La producción media normal de lavanda por hectárea, en su estado de madurez (a partir del segundo año), es de 25 a 30 litros de aceite esencial. Que a un precio de entre 60 y 70 euros supone un rendimiento aproximado de 1.950 euros por hectárea y año.
