Resistencia al frío de las plantas
La zona en la que se cultivan las plantas influye en su desarrollo posterior. El crecimiento de los vegetales se ve afectado por las condiciones del suelo y por los cambios climáticos.
Factores como el viento, humedad, propiedades de la tierra y, sobre todo, el frío, determinan la calidad del cultivo. Es por ello que a la hora de determinar los cultivos hay que tener en cuenta las características de las denominadas zonas climáticas o de rusticidad. La intolerancia del cultivo a las bajas temperaturas puede causar daños irreversibles.
Zonas climáticas
En España hay tres grandes zonas climáticas: la atlántica (templada húmeda), la mediterránea y la subtropical.
La atlántica o templada se extiende desde Galicia hasta el Pirineo, se caracteriza por veranos frescos e inviernos suaves (debido a la influencia del mar) y por su elevada pluviometría.
La zona mediterránea comprende el resto de península y Baleares. Destaca por la alternancia de períodos secos con veranos áridos y otros lluviosos que, según la zona, se producen en diversas épocas del año: zona supramediterránea o continental, con inviernos muy fríos y veranos cálidos, se extiende por el centro y este de las mesetas, el valle del Ebro y algunas zonas de Granada. Zona mesomediterránea, comprende desde el oeste de la península a través de los valles del Tajo, del Guadiana y el Guadalquivir. Zona termomediterránea, con situaciones de gota fría, generalmente en primavera y en otoño, es típica del sudeste peninsular (Alicante, Murcia y Almería).
La zona subtropical abarca una estrecha franja costera desde Granada hasta Huelva (debido a la protección de las sierras béticas) y Canarias, que por su proximidad a los trópicos goza de un clima subtropical muy benigno para el cultivo de plantas exóticas.
Frío y viento
Es importante conocer dónde se localizan las zonas de rusticidad para prever el comportamiento de los cultivos, ya que el frío puede causar daños irreversibles. Las plantas sufren por encima o por debajo de una determinada temperatura, por lo que hay que conocer su resistencia, así como la temperatura media de la zona en la que se quieren cultivar. Existen factores como la altura que influyen en la temperatura.
La influencia del viento también es determinante. Se trata de un fenómeno que, al aumentar la temperatura, favorece la pérdida de agua por parte de la planta (evapotranspiración). Por contra cuando se producen heladas, puede disipar la capa de aire frío que se coloca sobre los vegetales, mientras que si está cargado de humedad y la temperatura es baja, aumenta la sensación de frío.