Siembra de girasol en secano
El cultivo de girasol en regadío, consume por lo general 1.200 m3 por hectárea, mientras que los costes energéticos están entre 80 y 100 euros por Ha. El mismo cultivo de secano, prescinde de estos gastos, pero requiere aprovechar al máximo las posibles lluvias, imitando de forma natural las condiciones del girasol en regadío. Se pueden ahorrar costes e incluso convertir la zona de cultivo de secano en reserva y zona de cría de especies animales.
Varios agricultores del Valle del Guadalquivir han descubierto las ventajas de la siembra temprana de girasol en secano (entre finales de enero y mediados de febrero), sorteando así la drástica sequía que soportan los campos andaluces a partir de mitad de mayo y aprovechando el ciclo de lluvias de casi el primer semestre del año, además de adelantar la fecha de recolección de uno a dos meses, posicionando el producto antes en el mercado.
Complemento indispensable a la siembra de girasol temprana es aumentar la densidad de siembra. En los años 90 se sembraban unas 60.000 plantas por hectárea, ahora se incrementa la densidad a unas 110.000 plantas por hectárea, esto solo es posible con la siembra temprana para que durante el ciclo de cultivo no les falte humedad; con menos espacio, luz y nutrientes para crecer, las malas hierbas no llegan a prosperar y esto permite ahorrar los herbicidas en postemergencia que suelen ascender a unos 50 euros por hectárea.
Un beneficio añadido es la protección de especies de aves menores que al contar con una cubierta vegetal, consideran la finca una zona de nidificación y reproducción mucho más segura. Para proteger el cultivo del ataque de los conejos, instalan vallas de malla de gallinero que reducen los daños en la explotación.
Anticipar el cultivo conlleva ventajas frente a los enemigos del girasol. Ayuda a combatir el mildiu y otras enfermedades, porque cuando éstas inciden en el cultivo, éste ya está más desarrollado y no le afecta tanto como en sus primeros estadios. Para proteger el cultivo frente al jopo, lo mejor es combinar tratamientos de semillas y nuevas variedades híbridas de girasol resistentes al parásito, también la rotación con maíz y algodón.
Estas innovaciones de los agricultores en el cultivo de girasol en secano, generan rendimientos medios superiores a 2.200 kilos por hectárea, cuando en la siembra tradicional en los años 90 los rendimientos medios apenas superaban los 750 kilos por hectárea. Los agricultores que optan por la siembra de girasol temprana, obtienen mayor rendimiento y mejor calidad, además de ser los primeros en ofertar la cosecha en el mercado, sin competencia en toda Europa a esas fecha de campaña, tienen la capacidad de decidir si vender o guardar en caso de que los precios no sean favorables.