Tubos flexibles
Son tubos flexibles destinados a la agricultura y a la industria agroalimentaria, para el transporte de productos que son líquidos o semi-líquidos por succión o por impulsión.
El presente artículo tiene como finalidad el poder dar ciertas recomendaciones a los usuarios de tubos flexibles a partir de caucho o de materias plásticas. Para que lleguen a mantener estos artículos, tras su puesta en funcionamiento, en un estado similar al que tenían cuando fueron suministrados, y obtener una duración óptima de servicio considerando las condiciones de uso.
Precauciones de uso
Compatibilidad de los productos a transportar. La tubería flexible utilizada debe de ser compatible químicamente con el producto, la temperatura de uso y el pH del mismo.
Aplastamiento. Debido al paso de un vehículo sobre un tubo, incluso si este carece de espiral, los elementos textiles que lo componen pueden deshilacharse por la presión. Hay que evitar pisarlos, ya que esta presión súbita sobre ellos podría dañarlos.
Presión. La presión y la temperatura deben ser las indicadas para cada tipo de tubo. Hay que asegurarse de que no exista ningún tipo de golpe de ariete durante el uso que pueda afectar al tubo. Un golpe de ariete puede multiplicar por diez la presión de servicio inicialmente prevista.
Los tubos flexibles deben ser mantenidos lo más rectos posible, evitándoles curvaturas innecesarias, utilizando los radios de curvatura más amplios ya que si estos son demasiado cerrados producirán en su interior turbulencias no deseables.
Criterios para la elección de la tubería flexible
Para elegir una tubería flexible en una aplicación determinada, deben tenerse en cuenta los siguientes puntos:
- Presión – depresión. Los valores de presión de servicio y depresión, así como el valor de las eventuales sobrecargas (golpes de ariete).
- Los productos que se van a transportar. La naturaleza, designación, temperatura de trabajo y concentración. Si estos productos están en forma líquida, gaseosa o sólida. Y dentro de los sólidos, si son granulados, la densidad, el rendimiento del producto sólido transportado, su naturaleza, la velocidad de paso y el caudal del fluido transportado. También la frecuencia de utilización.
- Medio ambiente. Lugar en el que va a utilizarse, la temperatura ambiente, el grado higrométrico, si hay exposición o no a los agentes atmosféricos y al ozono. Si existe algún producto que puede estar en contacto con la extremidad de la manguera plana flexible.
- Limitaciones mecánicas. El radio mínimo de curvatura en servicio, las limitaciones eventuales por tracción, torsión, flexión, vibración o compresión. Si hay riesgos de choque, de abrasión o corrosión. La posición de trabajo (en el suelo, suspendido o sumergido).
- La conexión utilizada o que está prevista. El tipo de conexión, su dimensión y la clase de rosca. Diámetro exterior e interior del tubo y la longitud de ajuste.
Normas de uso
Mantenimiento de mangueras planas flexibles
Las mangueras planas flexibles deben estar sometidas a controles periódicos para asegurar su aptitud para seguir en funcionamiento. En particular es necesario prestar atención al estado de las conexiones y a la aparición de ciertas anomalías reveladoras de una degradación del tubo, ya sea a un envejecimiento normal o a agresiones imputables a condiciones anormales de utilización o a accidentes durante el mantenimiento.
Especialmente hay que vigilar la aparición de fisuras, de rasguños, de despegues o desgarros en el revestimiento, que pongan al descubierto su armazón. O la aparición de deformaciones, de ampollas o hinchazones localizadas al someterlos a presión. Las fugas y otras anomalías justifican el reemplazo del tubo flexible en cuestión.
Reparaciones
En aquellos casos en que se pueda reparar el tubo, es necesario limitarse a las recomendaciones del fabricante, y tras la reparación, proceder a un control bajo prueba de presión.