Ahorro de energía en el riego
Estrategias para el ahorro de energía en el riego
La disminución del consumo energético en los sistemas de riego se puede alcanzar teniendo en cuenta los aspectos básicos: la disminución del consumo de agua, el respeto de las pautas de manejo de la red de riego y la adecuación de los sistemas de bombeo.
Son tres las vías que hay que acometer para reducir la energía: reducir el volumen de agua y mejorar el rendimiento de los riegos, reducir la altura manométrica y mejorar el rendimiento de las bombas.
Gestión del agua de riego
Es muy difícil separar en campo las necesidades y el rendimiento de aplicación. La estimación de necesidades puede realizarse mediante procedimientos que tengan en cuenta la programación del riego.
Métodos basados en el balance de agua en el suelo pueden conseguir ahorros de agua de hasta un 15% a un 35%. Esto supone que el ahorro energético sea en la misma proporción. Otra posibilidad es el cambio a cultivos menos exigentes en agua de riego.
Respecto a la mejora del rendimiento de aplicación, la evaluación del riego ayuda a detectar las deficiencias y las pérdidas de agua. La mayoría de los métodos de riego admiten mejoras en el rendimiento de aplicación. Este es el caso del sistema LEPA (Low Energy Precision Application) una modalidad de riego con máquinas mecanizadas Pivot.
La mejora del riego, tanto del rendimiento de aplicación como de una adecuada programación y una mejora en el rendimiento de la estación de bombeo, proporciona ahorros energéticos considerables.
Reducción de la altura manométrica
La altura manométrica depende del desnivel topográfico que haya que salvar y de la presión requerida por el sistema de riego. En relación al desnivel en la mayoría de los casos poco puede hacerse y dependerá del origen del agua y de la ubicación de la zona de riego. No obstante, pueden considerarse diversas estrategias de gestión como puede ser el bombeo a depósitos de regulación en horas en las que la energía es más barata. Respecto a la altura de presión se pueden considerar métodos de riego con menos requerimientos de presión.
Requerimientos energéticos del riego
Es evidente la alta dependencia entre volumen de agua consumido y método de riego. Por tanto, cada cultivo tendrá unas necesidades energéticas diferentes al igual que cada método de riego.
Necesidades energéticas de aspersión convencional comparada con pivote, para una dotación neta de 5000 m3/ha y considerando un rendimiento en bombeo del 75% :
Método | Presión |
kWh/ha |
kWh/m3 |
Aspersión | 45 | 1166.67 | 0.333 |
Pivote | 35 | 793.98 | 0.198 |
Necesidades energéticas para diferentes cultivos:
Cultivos | m3/ha | kWh/ha |
Olivar | 2070 | 483.00 |
Maíz | 5940 | 1386.00 |
Algodón | 5490 | 1281.00 |
Cítricos | 4950 | 1155.00 |
Hortícolas | 4340 | 1012.67 |
Fresa | 3870 | 903.00 |
La mayor ventaja desde mi punto de vista del LEPA es que se reduce a la mínima expresión la evaporación de agua y la dispersión de gotas por viento.
Para lograr ahorrar energía en el riego, no solamente se deben tener presente las condiciones del cultivo, el método de riego y la carga demandada en los emisores, también se debe tener en cuenta la red de conducción y distribución y su dimensionamiento, pues una práctica muy usada hoy en día es conducir a altas velocidades (entre 2.50 y 3.00 m/s). Con esto se disminuye la inversión inicial de la instalación, pero se incrementan las pérdidas de energía por fricción, lo que conlleva un incremento de la carga manométrica en el equipo de bombeo, consumiendo mas energía.