Aspersores de riego en campo abierto
En campo abierto, los aspersores de riego crean una alta distribución de agua.
Habitualmente se trabaja con aspersores de rosca de 1/2” y de 3/4” a distanciamientos distintos. Se diferencian fundamentalmente en los caudales que aplican en relación al marco de riego, es decir, a la distancia entre aspersores y entre líneas de riego.
El distanciamiento más típico para aspersores de 1/2” es 10m x 12m y 12m x 12m. Para aspersores de 3/4”, los distanciamientos más habituales son 12m x 15m, 15m x 15m y 15m x 18m.
Elección del aspersor
A la hora de elegir los aspersores de riego más adecuados para un sistema de riego ubicado en campo abierto, se buscan otras ventajas además del precio. Se necesita conseguir una buena uniformidad del cultivo a producir, que los aspersores repartan bien el agua. Que sean fiables y duren en el tiempo. Que sean robustos, con buena resistencia mecánica y que al mismo tiempo sean simples en su funcionamiento y de fácil mantenimiento.
Conceptos a tener en cuenta en el riego por aspersión en campo abierto
- La uniformidad de distribución del agua.
- La tasa de precipitación o pluviometría.
- Minimizar las pérdidas por evaporación durante el riego.
- Considerar la velocidad de infiltración del agua en el terreno de cultivo.
- No exceder nunca las máximas longitudes aceptables de los ramales y marcos de riego.
- Contemplar las pérdidas de carga que se generan en los tubos.
Para verificar la uniformidad de la distribución de agua de una instalación, se pueden colocar pluviómetros o recipientes iguales sobre el campo, nivelados y estables. Buscando un momento de ausencia total de viento.
La tasa de precipitación o pluviometría es la cantidad promedia de agua aplicada en un área regada durante cierto tiempo. Se basa en el caudal del aspersor (litros/hora), en relación con la distancia entre líneas de aspersores y la separación entre aspersores de riego dentro de la misma línea.
Durante el riego por aspersión, parte de las gotitas de agua esparcidas en el aire tienden a evaporarse. En estas pérdidas por evaporación influyen: la humedad relativa del ambiente, la temperatura del aire, la velocidad del viento, el tamaño de la boquilla del aspersor y la presión de trabajo. La evaporación aumenta cuanto menor es la humedad relativa y mayor es la presión de trabajo y/o cuanto mayor es la temperatura y la velocidad del aire y menor el tamaño de la boquilla del aspersor.
La velocidad de infiltración (mm/hora), es la velocidad a la que el agua penetra en el suelo a través de su superficie. Se mide con un infiltrómetro. La cantidad de agua que pueda infiltrar el suelo dependerá de su textura según su composición en arena, lino y arcilla. Su valor máximo coincide con la conductividad hidráulica del suelo saturado. Es muy importante tener en cuenta que si la pluviometría excede a la velocidad de infiltración, se producirán escorrentías, es decir, agua perdida no utilizada por la planta.
La máxima longitud del ramal de riego se alcanza cuando alcanzamos el 20% de diferencia de presión entre el aspersor que está recibiendo la presión máxima y el que recibe la menor. Sobrepasar la longitud máxima en una línea de riego, afecta a la eficacia y la uniformidad, por lo que el resultado será dañino para el cultivo y reducirá la producción. En este punto, interactúan el caudal nominal del aspersor, el diámetro de la tubería y su coeficiente de rugosidad interior, la distancia entre aspersores de riego, la pendiente topográfica y la presión a la entrada del ramal.
Asegurar la presión requerida en la entrada del aspersor supone también conocer la pérdida de carga en la caña, que dependerá del caudal, del diámetro interior de la caña y de su rugosidad interna, así como de la pérdida por elevación sobre el suelo.
Consideraciones para elegir los aspersores de riego
- La tasa de precipitación basada en el tipo de suelo.
- Las condiciones climáticas de la zona y el tiempo de funcionamiento del aspersor.
- La distancia de distribución entre líneas que requiere el paso de la maquinaria agrícola y los aperos a utilizar.
- La uniformidad de reparto de agua que se precisa.
- La presión de trabajo disponible.
- La altura del aspersor sobre el suelo.
- El ángulo de trayectoria del aspersor.