Tipos de balsas de riego y características
Las balsas son sistemas de almacenamiento de agua artificiales que se construyen a partir de la excavación del terreno. Suele ir acompañado del levantamiento de muros perimetrales.
Su principal finalidad es cubrir las necesidades en los períodos de escasez de agua, mediante el almacenamiento de la misma durante épocas de abundancia.
Finalidad del uso de las balsas
Los usos que se le dan a las balsas resultan muy variados, pero principalmente se destinan a la actividad agrícola, sobre todo, para abastecer el riego de cultivos, así como para la ganadería.
Otro uso sería el abastecimiento de distintos tipos de explotaciones como jardines o campos de golf.
Resulta de vital importancia para la agricultura de regadío, la acción reguladora que aportan las balsas de riego en momentos en los que la necesidad de los cultivos no queda cubierta con los aportes hídricos naturales.
Clasificación de las balsas de riego según sus características constructivas
Podemos definir hasta cinco tipos distintos de balsas, entre las cuales distinguimos en primer lugar las pequeñas presas, construidas a partir del cerramiento de cauces, con un sustrato natural y perímetro y profundidad irregulares (típicas de ambientes serranos). En segundo lugar, las balsas con sustrato natural, es decir, construidas mediante la excavación en el terreno, aprovechando el material extraído para el levantamiento de los muros perimetrales (se encuentra en zonas impermeables). En oposición a éstas, encontramos las balsas con productos impermeables artificiales que difieren de las anteriores por la superficie artificial que hay en el fondo (se encuentran en terrenos permeables). Cuando se trata de depósitos de obra fabricados con fondos planos y paredes verticales, hablamos de albercas. Por último, existen las prebalsas, pequeñas balsas de riego por las que circula el agua previamente a verterla en las balsas y que mejoran las características de las aguas.
Elección del tipo de balsa
Habrá que tener en cuenta tres factores a la hora de elegir el tipo de balsa que queremos construir. El primero de ellos, las características del terreno donde queremos localizarla, es decir, características topográficas y de impermeabilidad. En segundo lugar, habrá que definir bien el uso al que se va a destinar. Si se destina al riego, habrá que diseñar su capacidad en función de la demanda que tenga que atender y asegurar la calidad del agua. Por último, habrá que hacer un análisis del coste de la misma, que estará condicionado por el tamaño y las características constructivas. Tendrá que ser proporcional al beneficio y calcularse en función del valor del terreno.
Calidad del agua almacenada según su origen
Atendiendo a la procedencia del agua, encontramos diversos parámetros que influyen en su calidad al quedar almacenada en la balsa. Por ejemplo, los contenidos de sólidos en suspensión y los niveles de nutrientes. Los contenidos de sólidos en suspensión afectan al tipo de tratamiento a realizar al agua previamente a destinarse al riego, mientras que los niveles de nutrientes hay que considerarlos al realizar la programación de fertirriego.
Acabo de leer vuestro artículo y me ha encantado, a veces no somos conscientes de la importancia que tiene el buen mantenimiento de las balsas de riego.
He leído el artículo y me ha gustado mucho la forma tan clara de explicar el tema. Actualmente estudio un master en tecnología del agua en la Universidad de Cataluña y me han propuesto diseñar unas alternativas para la captación de aguas superficiales para regadíos agrícolas y otras para recarga de acuíferos libres (utilización conjunta). Me han interesado mucho los conceptos de dosificación para mantener la calidad del agua en el embalse.