Fertilización automática

El control del riego es algo indispensable. Y lo mismo ocurre con la inyección de fertilizantes, que se ha convertido en una tarea imprescindible dentro de los sistemas de riego.

¿Qué es la fertilización automática?

La fertilización automática consiste en aplicar fertilizantes sin la participación directa del agricultor. El fertilizante se inyecta en el sistema de riego mediante una bomba dosificadora que puede ser eléctrica o hidráulica (que funciona con la propia presión de agua del sistema). En ambos casos, mezcla el fertilizante con el flujo de riego, según la dosis recomendada. El fertilizante se aplica de manera óptima y cumple con los requisitos de nutrientes del cultivo. Aplicando fertilizantes solubles formulados por las empresas fabricantes de los mismos, de acuerdo con las necesidades de cada cultivo.

Elementos químicos necesarios para alimentar una planta

La planta adquiere oxígeno, agua y carbono (en forma de dióxido de carbono). De la atmósfera o dividiendo moléculas de agua durante la fotosíntesis. Los elementos restantes son absorbidos de los minerales del suelo. De acuerdo con su concentración en la planta, están divididos entre:

• Elementos macro: nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio y azufre.
• Elementos micro: boro, zinc, cobre, hierro, molibdeno y manganeso.

¿Cómo puede ayudar el inyector de fertilizantes a ahorrar agua?

Los campos normalmente se riegan en exceso. Con la escasez de agua y la subida de los precios, el ahorro de agua pasa a ser una necesidad. Cuando el agricultor observa sus plantas “cansadas”, su primera impresión es afirmar que el cultivo tiene sed y aumentar la aplicación de agua. Éste es un gran error, que genera desperdicio de agua.

Cuando hay deficiencia de algún elemento, la planta mostrará uno o más de los siguientes síntomas:

1. El crecimiento se detiene.
2. Ausencia de floración, pocas hojas nuevas, ausencia de fruta.
3. Amarilleo o alteración del color.
4. Aborto de frutos y derramamiento masivo de hojas.
5. La planta se ve cansada, se marchita, no parece saludable.
6. Mueren los brotes, ramas y, en situaciones extremas, la planta entera.

Por ejemplo, la deficiencia de magnesio perturba la síntesis de la clorofila y las hojas se vuelven amarillas (clorosis). Un cambio adicional a esta deficiencia puede ser la necrosis o muerte de los tejidos, cambios de color, inhibición del crecimiento, etc.

Cada nutriente esencial tiene sus propios síntomas. Más aún, cuando la planta está débil, es propensa al ataque de todo tipo de plagas, y a veces el aumento del riego hace que la situación empeore.

Por lo tanto, cuando gracias a la fertilización automática, el agricultor no tiene que preocuparse por si aporta o no, ni de cuándo debe aplicar el fertilizante, dispone del tiempo necesario para programar el riego correctamente y aplicar el agua de riego sólo cuando sea necesario.

Un campo con fertilización automática se verá mucho mejor incluso cuando esté sujeto a un cierto grado de estrés por la falta de agua. Las plantas estarán mucho más saludables y por lo tanto serán más resistentes a las posibles plagas y enfermedades. El crecimiento y la floración mejorarán.