La importancia del filtro de agua para riego
La filtración es una parte crítica de todos los sistemas de riego, sea cual sea el tipo de emisor que se utilice. El filtro de agua para riego es la primera línea de defensa en una instalación y supone el 70% de la eficiencia. En el riego, la filtración permite separar las partículas sólidas del agua y si está mal aplicada, diseñada o seleccionada, reducirá la eficiencia de la instalación y repercutirá negativamente en la producción de los cultivos y en las ganancias.
Para cada caso de fuente y calidad del agua, conviene realizar análisis físicos y químicos que permitan tener una información precisa sobre el volumen de materia suspendida, así como de la cantidad y tamaño de las partículas. Según el tamaño, la cantidad y la naturaleza de los elementos que contiene el agua, serán separados y retenidos por el sistema filtrante dependiendo de la finura de la malla de filtro elegida.
Por ejemplo, si todas las partículas presentes en el agua son iguales o superiores a 130 milésimas de milímetro, con una malla filtrante de 100 milésimas de milímetro se garantiza la retención de dichas partículas. Sin embargo, si en la misma agua el 50% de las partículas son de tamaño inferior, la filtración será menor y habrá un mayor riesgo de que los emisores se obstruyan.
Elegir el filtro de agua para riego más indicado
Otros factores a tener en cuenta, además del nivel de filtración, son: el caudal instantáneo a filtrar, la presión de trabajo disponible y el espacio requerido para instalar y mantener el equipo de filtrado.
Casi todos los filtros nuevos comienzan funcionando bien, pero para garantizar su eficiencia por mucho tiempo, se requiere un diseño apropiado a las necesidades y disponer de un sistema eficiente de limpieza.
El filtro debe ser de garantía probada y estar fabricado con materiales de alta calidad.
La superficie de filtrado debe estar debidamente dimensionada para la cantidad y la calidad del agua a filtrar. Cuanto mayor sea el área de filtración efectiva, mayor será el flujo de agua que pueda pasar a través de ella y ser filtrado.
La eficiencia de la limpieza del filtro es tan importante como la calidad de la filtración. Una baja o mala limpieza puede llevar a que el filtro se bloquee.
Un filtro automático que permita limpiar con baja presión, requerirá menos energía y menos agua, reduciendo el gasto.
El campo, y más concretamente el riego, exige que los materiales sean resistentes a la corrosión. Conviene que el cuerpo y los accesorios estén fabricados con polímeros o aceros inoxidables o galvanizados de alta calidad, con revestimientos protectores anticorrosivos.
Al seleccionar un sistema de filtración, es esencial observar la protección y comprender la tecnología. La mejor forma de ahorrar agua y energía es invertir en los primeros elementos, por ejemplo la filtración, adquiriendo el equipo más adecuado al propósito y trabajo requerido. A largo plazo, esto supondrá menos gastos y más ganancias.