Heladas en los cultivos
Las heladas son un fenómeno meteorológico que genera un notable impacto en la agricultura. Estos hechos producen graves daños en los tejidos, en flores y frutos de los cultivos, llegando a reducir la calidad y producción. Provocando incluso pérdidas totales de cosecha.
El cultivo corre riesgo de heladas al registrar una temperatura inferior a cero grados centígrados en la zona próxima al suelo.
Tipos de heladas
Por radiación. Enfriamiento por inversión térmica que se produce al anochecer con cielo despejado y ausencia de viento. La pérdida de calor del suelo provoca la ascensión del aire, produciendo una transferencia de calor que enfría la plantación.
Por advección. Cuando el cultivo se enfría tanto de día como de noche por contacto con el aire. Esto es debido a la entrada de masas de aire frío acompañadas de viento y gradiente de temperatura negativa sin inversión térmica.
Por evaporación. Enfriamiento ocasionado por la evaporación del agua de rocío o de precipitaciones ante la existencia de aire seco. El cultivo se enfría cediendo calor al pasar el agua de estado líquido a gaseoso, liberando calor a la atmósfera.
Se denominan heladas blancas cuando hay presencia de hielo en los tallos, hojas y frutos de la planta. Las heladas negras se producen cuando no se observa hielo en la superficie de la planta. Éstas se originan con bajos contenidos de humedad ambiental.
Prevenir las heladas
Para evitar las heladas es necesaria la combinación de varias herramientas, sensores y una estación meteorológica que detecte y mida el problema. También se necesitan aplicaciones que registren los datos históricos, alertas y avisos al móvil y fundamentalmente emisores de aplicación de agua (ya sea mediante aspersión o microaspersión).
Aplicar agua por aspersión sobre la parte vegetativa, mitiga el efecto de las heladas polares. El agua va a penetrar en la planta protegiendo de mejor forma las yemas, ramas y flores. El agua genera un efecto de protección de los tejidos vegetales impidiendo que baje su temperatura. Una vez recubiertas de agua las partes sensibles a la helada y con un riego constante, se mantendrán a la temperatura de congelación de 0 grados centígrados, superior a la temperatura ambiente, quedando protegidas de los daños por helada.
Wobbler anti-heladas
Los aspersores Xcel-Wobbler de Senninger son una buena alternativa de protección anti-heladas operando a baja presión (0,69 a 1,75 Bar). Aplican el agua con una uniformidad de hasta el 95% en una distribución de 360 grados, su riego ofrece gran resistencia al viento y su tamaño de gota evita la deriva y la evaporación. Tienen un diámetro de riego entre 9,8 y 16,9 metros.
Microaspersores Netafim
Los microaspersores permiten aportar la cantidad mínima de agua a 360 grados y a baja presión (1 a 2,5 Bar). El conjunto se completa con estaca, micro tubo y conector. El diámetro del área mojada es de entre 3,6 y 10,8 metros.