Diseño de riego para huerto o jardín
Antes de diseñar un sistema de riego para huerto o de riego para jardín, hay que conocer la presión y el caudal de agua disponibles en la parcela para definir la capacidad de la instalación.
Determinar la presión y el caudal
Presión de agua
Para conocer este dato (que se mide en Bares) se ha de colocar un manómetro en la llave de paso más cercana a la fuente de agua (el grifo, depósito en alto…). Es muy importante asegurarse de que ninguna otra llave de paso de la instalación esté abierta. La cifra que indique el manómetro al abrir dicha llave completamente, marcará la presión de agua estática disponible.
Caudal de agua
Un método práctico para calcular el caudal disponible es colocar un cubo vacío bajo el grifo, abrirlo por completo y cronometrar el tiempo que tarda en llenarse. Con un sencillo razonamiento, extrapolando ese tiempo, se averigua el caudal de la instalación.
Por ejemplo, si un recipiente de 10 litros tarda 20 segundos en llenarse, en 60 segundos saldrían 30 litros, es decir, el caudal de agua de la instalación sería de 30 litros por minuto.
Seleccionar los emisores de riego para huerto o jardín y su ubicación
Los emisores del sistema de riego para huerto o jardín serán unos u otros según las necesidades:
- Difusores o toberas con alcance de hasta 5 metros, que emiten una cortina constante de agua sin ningún tipo de giro o rotación.
- Aspersores con alcance superior a 5 metros que aplican el agua en forma de chorro giratorio y repetitivo con ángulo de distribución regulable.
- Tuberías de riego localizado que necesitan muy poca presión para su funcionamiento. Si la presión principal es alta, deberemos colocar reguladores de presión a la entrada de estas líneas para reducir la presión de trabajo.
- Tuberías de goteo.
- Tubo poroso que aporta el agua justo en la zona deseada, en la base de la planta.
Sobre el dibujo del croquis del terreno se debe plantear la ubicación de los aspersores utilizando un compás. Las esquinas son puntos críticos que requieren un emisor con un patrón de rociado de un cuarto de círculo. Si estos emisores de 90º no se riegan entre sí, habrá que colocar más emisores de 180º a lo largo de los perímetros y si con los emisores ubicados en lados opuestos no se cubre toda la zona, habrá también que añadir emisores de círculo completo en el centro de la parcela para que en su conjunto, el sistema de riego para huerto o jardín sea perfecto.
Establecer las áreas de riego y plantear las líneas de tubería
Lo más probable es que la instalación no disponga del caudal necesario para regar todo a la vez, en ese caso hay que establecer diferentes áreas de riego en función de la superficie, los tipos de plantas (necesidades de riego) e incluso la exposición al sol. Para establecer las zonas de riego se deben sumar los caudales de todos los emisores y dividir por el caudal disponible. Si la cifra resultante es por ejemplo 3,2 se redondea a 4, y en este caso se necesitarían 4 válvulas (1 para cada zona). Cada zona de riego debe de tener su propia electroválvula de apertura y cierre de ese sector.
Se deben trazar las líneas más directas de tubería de polietileno que conecten los emisores de cada zona, con la menor cantidad de giros o cambios de dirección y si es posible, cerrar el círculo para conseguir una mayor uniformidad en alcances y coberturas. Para enterrar las tuberías de conducción de agua se realizan zanjas de 15-30 cm de profundidad. Las líneas de riego por goteo se extienden superficialmente, mientras que las de tubería exudante pueden colocarse superficiales o enterradas a 15 centímetros.
Programador y sensores meteorológicos
Los programadores de riego automático almacenan la información sobre días de riego, horas de inicio y tiempos de riego de cada zona. La mejor opción es un programador eléctrico instalado en el interior de una caseta, si esto no es posible, existen programadores para exterior y con alimentación a pilas. El número de válvulas determinará el tamaño (número de estaciones) del programador.
Se pueden incorporar a la instalación sensores de lluvia y heladas que detienen o evitan el riego cuando detectan condiciones de lluvia o congelación o sensores de evapotranspiración que calculan la cantidad de agua necesaria para las plantas y ajustan el tiempo de riego de manera automática según las condiciones meteorológicas.