Textura y estructura del suelo
Identificar la relación del agua de riego con los diferentes tipos de suelo de una explotación agrícola es crucial para la producción y para la buena gestión del agua.
Un riego eficiente y efectivo pasa por conocer la textura y estructura del suelo de cada campo. Cualquier factor que afecte al terreno en su capacidad de infiltración de agua requerirá un tipo de emisor y un método de programación diferentes para regar de manera más efectiva.
La infiltración del agua en el perfil del suelo y el flujo dentro de él, ya sea para fines agrícolas como la absorción de las plantas o para fines medioambientales como la lixivación de nitratos, depende del contenido de agua del suelo y del estado energético o de la tensión en que las moléculas de agua son retenidas por el suelo.
La cantidad de agua dentro de los poros del suelo se expresa como contenido de agua o como profundidad equivalente del agua.
El nivel de energía dentro de la zona insaturada del suelo es la zona que se encuentra más al alcance de las raíces de las plantas. Y se atribuye principalmente a la atracción de las moléculas del agua a la matriz sólida del suelo.
La curva de retención de agua del suelo es la relación entre el contenido del agua y el nivel de energía del suelo. Esta curva es única para cada tipo de suelo y se puede utilizar para determinar las propiedades relacionadas con el suelo y el agua. Como por ejemplo el contenido de agua en la saturación, la capacidad retenida y el punto de marchitamiento.
El agua libre se mueve espontáneamente hacia el suelo seco, y al hacerlo, el agua pierde energía.
Determinar la curva de retención de agua del suelo lleva mucho tiempo y requiere emplear instrumentos especializados como un aparato de placa de presión. Sin embargo, es un elemento fundamental para la gestión del riego y el drenaje. Y están fuertemente influenciadas por la textura y estructura del suelo.
Textura y estructura del suelo
La textura del suelo es el grado de finura o grosor y se define con los porcentajes relativos de arena, limo y arcilla. Aunque la textura es una medida de los componentes sólidos del suelo, no incluye el contenido de materia orgánica del suelo. La textura del suelo generalmente no se ve afectada por las prácticas de riego y gestión agronómica.
A diferencia de la textura, la estructura del suelo sí incluye materia orgánica y otros agentes de unión como el calcio y otras sales. La estructura del suelo tiene una influencia importante en el crecimiento de las plantas, principalmente porque afecta a las relaciones de humedad, la aireación, la transferencia de calor y la impedancia mecánica del crecimiento de las raíces. Lo que a su vez puede afectar al flujo y al suministro de agua dentro del perfil del suelo.
Identificación de los tipos de suelo
Conocer adecuadamente cómo identificar las clases texturales y estructurales de los diferentes tipos de suelo es fundamental para gestionar el suministro de agua.
Dado que la estructura del suelo también puede interrelacionarse con los factores abióticos predominantes (condiciones climáticas y ambientales) y bióticos (organismos del suelo), también es importante llevar a cabo una evaluación sobre el terreno de la influencia de estos factores.
Durante las evaluaciones de campo, es vital tener en cuenta al menos una serie de propiedades tanto en la superficie como en el subsuelo. La cantidad de materia orgánica del suelo, grava gruesa y rocas, el color del suelo, las tasas de infiltración y percolación, los canales de las raíces, los agujeros de gusanos y la presencia de capas de arcilla restrictivas o capas duras.