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Agricultura y Riego

Riego por aspersión: cuándo y cuánto regar

eficiencia del riego por aspersión con Pivot

En los sistemas de riego por aspersión es muy importante destacar que existen una serie de factores que afectan a la distribución del agua.

Presión. Los aspersores funcionan dentro de un rango de presión y dentro de ese rango se debe optimizar la distribución, eficiencia y desgaste. A mayor presión, mejor distribución.
Viento. En la siguiente tabla pueden verse los diferentes rangos de velocidad del viento.

Cuanto mayor es la tasa de aspersión, mayor es la resistencia al viento. El viento desmejora la eficiencia y la distribución, así que resulta conveniente regar en horas sin viento o por la noche. De lo contrario un menor espaciamiento entre aspersores y mayores diámetros de las boquillas, observando la capacidad de infiltración del suelo, moderarán esa limitación.

Metros por segundo Condición
0.0 – 1.0 Sin viento
1.0 – 2.5 Viento medio
2.5 – 4.0 Viento fuerte
> 4.0 Viento muy fuerte

El tipo y características del aspersor, tanto como su espaciamiento y superposición, también influyen en la calidad de la distribución.

Relación diámetro / caudal. El diámetro de la tubería conductora del agua está en relación directa con el caudal. Por ejemplo, un diámetro de 110 mm posee un caudal máximo de 100.000 l/h. La velocidad ideal de circulación está en el orden de 1 a 2 m/segundo y cualquier aumento de dicha velocidad produce importantes pérdidas de carga. Una velocidad de 2 m/s produce una pérdida de carga de 0,35 bar cada 100 metros y para 5 m/s se eleva a 2 bar cada 100 m. A velocidades elevadas hay vibraciones y riesgo de roturas.

Cuándo y cuánto regar

Manejo de los cultivos y del riego por aspersión

Con la aplicación de riego suplementario surge la necesidad de programar los riegos, definiendo el momento de riego y la lámina de agua a aplicar, a fin de aumentar la eficiencia del agua, conservar el recurso suelo, reducir la contaminación de los acuíferos y el costo de producción. Deben elegirse las mejores condiciones para el cultivo y aplicar fertilizantes en cantidades que respondan a los rendimientos esperados para evitar que cualquiera de estos factores se convierta en una limitante no deseada.

A partir de allí se elegirá la estrategia de conducción de riego adecuada a cada situación:

  • Proveer la totalidad del agua faltante, a fin de lograr rendimientos cercanos a las potenciales.
  • Prestar atención a los periodos críticos del cultivo, aquéllos con mayor impacto sobre la producción.
  • Proveer sólo una alícuota del agua faltante, independientemente de la magnitud del déficit, particularmente necesario cuando hay severas limitaciones de calidad de agua.

Cuando el objetivo es optimizar la producción, se elige proveer la totalidad del agua faltante, durante todo el período de un cultivo, es decir el suelo dispone de agua útil en forma permanente. La estrategia de regar en los momentos críticos del cultivo es la alternativa mayormente aceptada: Floración y llenado de grano son estados fisiológicos de la planta donde, la falta de agua da como resultado sensibles pérdidas de rendimiento. En trigo a partir de la espiga a 1 cm, en maíz desde la octava hoja y en soja desde la formación de grano, resultan los momentos más adecuados para regar, cuando el objetivo es optimizar el uso y costo del agua aplicada.

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